Estados Unidos reconoce que política antidrogas "ha marginalizado a algunas personas"

En la reunión con el presidente Gustavo Petro, el embajador en Estados Unidos, Luis Gilberto Murillo y otras delegaciones, Rahul Gupta, director de la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de la Casa Blanca señaló que "la administración Biden está en una nueva era holística, enfocada en las personas, centrada en las personas".

"El presidente (estadounidense) Joe Biden es consciente que las políticas (antidrogas) del pasado han marginalizado a algunas personas y no han trabajado para muchas poblaciones y lo podemos hacer mejor", dijo Rahul Gupta.

Añadió: "Nosotros discutimos cómo los dos países, Estados Unidos y Colombia, comparten mucho en común cuando se trata de salud pública, desarrollo económico, protección medio ambiental, servicios que provee el Estado y la seguridad. Colombia debe ver a los Estados Unidos como un aliado, que trata de impulsar el desarrollo rural, combatir la corrupción y el cambio climático".

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"Ansiamos seguir cooperando en asuntos antinarcóticos y de seguridad mientras trabajamos en alinear nuestros intereses en común. La discusión de hoy simboliza la importancia de este trabajo como una responsabilidad compartida, motivo por el cual el presidente Biden está tomando acciones fuertes para reducir el consumo de las drogas y los daños que generan", señaló el funcionario del gobierno estadounidense.

A su turno, el embajador colombiano Luis Gilberto Murillo afirmó que fue una "reunión productiva entre los dos gobiernos (...) Se hizo énfasis en varios temas, entre ellos la protección y justicia ambiental, la paz total, en diferentes dimensiones. Énfasis en temas como la seguridad integral, humana, los delitos ambientales, titulación de tierras, entre otros".

Estas declaraciones de los dos países se dan en un contexto de lucha contra las drogas que durante décadas, ha intentado erradicar los cultivos de uso ilícito con distintas formas, entre ellas, el glifosato, una práctica muy cuestionada en varios países del mundo por las implicaciones negativas que tiene en la salud humana y ambiental. Además, porque no reduce en el mediano y largo plazo las hectáreas de cultivos ilícitos.