El guarda, identificado como Brian Harrison, actuó con inmediatez al ver que un ladrón encapuchado ingresó al lugar amenazando a las personas al interior con un arma de fuego.
Sin pensarlo mucho Harrison se cubrió, disparó un par de veces, vio que el ladrón trató de cubrirse frente a una de las cajas y en una posición cómoda le disparó de nuevo; el asaltante, al recibir el impacto, trató de escapar pero terminó tendido en la puerta del lugar.
Gracias a las cámaras de seguridad las autoridades establecieron que el guarda actuó en regla pues defendió su vida y la de los empleados del banco. Laurence Turner, el ladrón -con una serie de asaltos de características similares dentro de su prontuario-, falleció tras el episodio.
Las imágenes son sensibles:
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