¿Dormir con mascotas incrementa el riesgo de ácaros, superbacterias y hongos en la cama? Esto dicen los expertos
Es indispensable lavar las sábanas y los tendidos, al menso una vez por semana.

Para muchas personas acostarse bajo las sábanas representa descanso y seguridad. Sin embargo, la ciencia revela un escenario distinto: la cama funciona como un ecosistema microscópico donde conviven ácaros, bacterias y hongos. Cuando una mascota se incorpora al colchón, ese universo invisible se multiplica.
Un análisis microbiológico hecho en Colombia reveló lo que realmente habita en este espacio íntimo. De acuerdo con el estudio, los microorganismos encontrados en la ropa de cama provienen del contacto con la microbiota de la piel, pero también dependen de hábitos como compartir la cama con animales o subir los pies con medias o zapatos.
El zoológico bajo las sábanas
Cada noche, el cuerpo humano libera millones de células de piel muerta, alimento ideal para los ácaros del polvo. Aunque no enferman por sí mismos, sus excrementos son desencadenantes de alergias, asma y problemas cutáneos.
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En este entorno también prosperan bacterias como staphylococcus aureus, que normalmente habitan en la piel, pero pueden convertirse en patógenos oportunistas si logran ingresar por una herida. El calor corporal y la humedad del sudor transforman la cama en una incubadora perfecta, un “banquete invisible” que se repite cada noche.
En diálogo con La FM, Andrea Cortés, microbióloga de la Universidad Manuela Beltrán y quien dirigió el estudio, señaló que la situación se complica con la presencia de mascotas.
Dormir con perros o gatos abre la puerta a una auténtica invasión biológica: hongos capaces de provocar tiña, parásitos intestinales que viajan en el pelaje y bacterias transmitidas incluso por un lamido.
Sin embargo, el mayor peligro es silencioso. La evidencia científica advierte que las mascotas pueden portar superbacterias, facilitando la transferencia de genes resistentes a antibióticos de último recurso, en contextos de contacto íntimo como el de la cama.
Higiene y prevención para un sueño saludable
La limpieza de la cama es una cuestión de salud pública. Según la especialista, las recomendaciones son claras:
- Sin mascotas: lavado de sábanas, fundas y tendidos al menos una vez por semana.
- Con mascotas: lavado completo cada tres o cuatro días, para reducir la carga biológica adicional de caspa, saliva, microbios externos y patógenos zoonóticos.
El “manual de defensa” incluye medidas clave: lavar la ropa de cama a 60 °C para eliminar ácaros y bacterias; proteger colchones y almohadas con fundas impermeables de cremallera; aspirar semanalmente con filtro HEPA; limpiar las patas de las mascotas después de los paseos; cepillarlas al aire libre y considerar un purificador de aire en la habitación.
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La diferencia entre un espacio de descanso seguro y un caldo de cultivo de patógenos depende, en gran medida, de la disciplina en los hábitos de higiene.