Médico de Michael Jackson no sería único responsable de su muerte, concluye nuevo informe
Aunque el doctor Conrad Murray fue el único condenado por el deceso de Michael Jackson, una nueva investigación amplía el foco a más responsables.

Una reciente investigación publicada por el portal estadounidense TMZ profundiza en las circunstancias que rodearon la muerte de Michael Jackson en junio de 2009 y señala que su fallecimiento no fue un incidente aislado atribuible únicamente a su médico personal, sino la consecuencia acumulada de décadas de adicción a medicamentos recetados facilitada por una red de profesionales médicos y por presiones derivadas de la industria del entretenimiento.
Michael Jackson murió el 25 de junio de 2009 por una sobredosis del anestésico propofol. Su médico, el Dr. Conrad Murray, fue encontrado culpable de homicidio involuntario en 2011 y condenado a cuatro años de prisión. Según el informe forense, Jackson sufrió una intoxicación aguda por propofol. En el momento de su muerte, el artista tenía en su organismo niveles del fármaco que, según los fiscales, eran suficientes para “derribar a un rinoceronte”.
Michael Jackson, adicto a fármacos desde hace décadas
Sin embargo, de acuerdo con TMZ, el Dr. Murray fue solo el último de muchos médicos involucrados en la historia médica de Jackson. El informe sostiene que su adicción comenzó en 1984, cuando sufrió quemaduras en el cuero cabelludo durante la grabación de un comercial. A raíz del accidente, comenzó a usar analgésicos de forma recurrente, especialmente durante sus giras, como la 'Dangerous Tour' de 1993, en la cual ya dependía del Demerol para dormir y requería oxígeno tras sus presentaciones.
Según la investigación, el 'Rey del pop' consultaba a múltiples médicos utilizando hasta 19 alias distintos para obtener recetas. Uno de los médicos señalados en el informe es el dermatólogo Arnold Klein, quien lo atendía frecuentemente con inyecciones de opioides bajo pretextos como tratamientos para el acné o retoques estéticos. Testimonios recopilados por TMZ indican que Jackson recibía “dosis masivas de Demerol” durante horas, justificados con procedimientos menores.
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En su residencia fueron hallados al menos 22 medicamentos distintos prescritos por varios médicos, muchos de ellos sin etiquetas claras o a nombre de otros. Se documentaron múltiples marcas de inyecciones en su cuerpo, indicando un consumo intensivo de sustancias inyectables.
TMZ también revisó la relación entre el estatus del cantante como celebridad y el acceso preferencial a tratamientos médicos. Se señala que algunos profesionales de la salud cruzaron límites éticos por el prestigio o las ventajas que representaba tener a Jackson como paciente. Varios de ellos habrían prescrito medicamentos sin necesidad clínica, influenciados por la figura del artista.
Dependencia económica y emocional de su gira
La presión comercial también tuvo un papel relevante. Michael Jackson estaba comprometido con la gira 'This Is It'. El portal revisó correos electrónicos entre ejecutivos de la empresa que evidenciaban preocupación por el estado de salud del cantante, pero también una intención firme de seguir adelante con las presentaciones. Aunque la familia Jackson demandó a AEG argumentando que presionaron a Jackson pese a su condición médica, el jurado no encontró a la compañía responsable de su muerte.
La investigación sugiere que Jackson se encontraba en una situación de dependencia financiera y emocional respecto a la gira. Tras el juicio por abuso sexual, buscaba recuperar su reputación ante sus seguidores. Esta presión, sumada a su deterioro físico y psicológico, habría agravado su consumo de fármacos.
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El documento de TMZ señala que la comunidad médica compartió responsabilidad en la evolución de la adicción de Jackson. Según una fuente citada, “la comunidad médica es en gran parte responsable de la muerte de Michael… fue simplemente una atención médica terrible”. El Dr. Murray fue condenado por el evento inmediato, pero la investigación afirma que hubo una cadena de omisiones y complacencias que facilitaron el desenlace.
Finalmente, el informe sugiere que Jackson tenía un rol activo en su situación. Se le describe como un paciente persuasivo que manipulaba a los médicos para obtener los medicamentos que deseaba. Esta dinámica no sería única, sino representativa de un patrón más amplio en el que celebridades con acceso a recursos pueden eludir controles médicos tradicionales.