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Fortnite, el popular videojuego que se corona como el rey de los battle royale ha logrado romper varios récords en la industria. En 2018 logró generar ingresos cercanos a los 2.400 millones de dólares. De hecho, a esta cifra no se suman los dividendos que el título ha logrado generar mediante su versión para dispositivos móviles.
De hecho, la firma consultora SuperData (Nielsen), asegura que Fornite logró éxito comercial tan rápido que juegos con una importante trayectoria como Pokémon, Grand Theft Auto o Pac-Man nunca lograron en un periodo de tiempo similar.
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El éxito del videojuego de Epic Games ha creado un paradigma en la industria, pues este título se ofrece de manera gratuita, bajo el modelo su modelo "free to play". De modo que los jugadores tienen tienen acceso al juego en cualquier momento, sin realizar pago alguno.
Cómo funciona su modelo de negocio
Generalmente los gamers adquieren sus juegos con una compra única a un precio establecido, (ya sea en formato físico o digital). En el caso de los títulos “Free-to-Play” los ingresos se generan mediante las microtransacciones, las cuales son pequeñas o grandes, que el usuario realiza dentro juego para adquirir objetos o ventajas dentro del juego.
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Según expertos, la fórmula del éxito de Fornite fue trasladar el estilo de videojuego ‘Battle Royale’, que goza de gran popularidad, al modelo ‘Free-to-Play’”.
De acuerdo con EuroGamer y youtubers especializados, el sistema de monetización “Free-to-Play”, sumado a la estupenda distribución que tiene el juego, que hoy en día no es tan difícil de realizar gracias a la internet, han hecho que cualquier persona en el mundo pueda jugar Fornite sin mayores dificultades.
Los expertos también consideran que Epic Games fueron acertados al ofrecer un título miltiplataforma, así garantiza que su juego esté disponible para PC, consolas y dispositivos móviles. Esto amplía considerablemente el número de usuarios y por ende el volumen de microtransacciones que se realizarán.
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No cabe duda que esta estrategia ha sido un duro golpe para las empresas que distribuyen sus títulos bajo el modelo tradicional, es fue el caso de Rockstar Games, marca creadora de uno de los juegos más vendidos de 2018.
Se trata de Red Dead Redemption 2, juego que a nivel mundial vendió más 23 millones de unidades a un precio cercano a los 50 dólares ( $154 mil aproximadamente), y aún así no logró recaudar ni la mitad de los ingresos totales que Fornite generó en 2018.
Ante este panorama, es imposible negar que el modelo “Free-to-Play” es el presente en el mercado de los videojuegos, sin embargo no es el único modo que las empresas están explorando para monetizar sus títulos.
Algunas marcas ya están contemplando crear sistemas de basados en suscripciones o membresías, como World of Warcraft, pero con una variedad de contenido al estilo de Netflix.
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