Cómo Hacer Negocios en EE.UU. en la era Trump

Desde que Donald Trump llegó a la presidencia, han surgido todo tipo de dudas y temores frente a temas migratorios para quienes buscan invertir o residenciarse en los Estados Unidos.

Sin embargo, es erróneo pensar que, un país riguroso y estricto en materia de leyes, sea sinónimo de puertas cerradas. El secreto está en saber la manera correcta de hacerlo. Son diversas las oportunidades y alternativas para hacer negocios y permanecer legalmente en el país del norte con las que cuentan los colombianos, por la estrecha relación y tratados bilaterales suscritos que tiene Colombia con Estados Unidos.

Todo inició con el Tratado General de Paz, Amistad, Navegación y Comercio, que data de 1848, y se encuentra en vigor actualmente. Luego, Colombia se convirtió en un fuerte socio comercial de los Estados Unidos, firmando un Tratado de Libre Comercio, que le dio el lugar más importante como socio para hacer negocios” afirma Edgar Pulido, Director de las oficinas en Colombia de la firma de abogados norteamericana Negocios en USA, con más de 22 años de experiencia en el mercado internacional.

La última medición realizada por el DANE revela una tasa constante de desempleo del 9,2% en Colombia durante 48 periodos consecutivos, pero también que el mayor crecimiento en relación a las actividades económicas de los colombianos estuvo en la realización de negocios en actividades empresariales, inmobiliarias y de alquiler. Una tendencia económica que se está proyectando a los Estados Unidos por parte de empresarios, emprendedores y personas de negocios.

Los colombianos pueden hacer negocios legales en Estados Unidos. La clave está en el asesoramiento que se debe tener respecto al trámite de solicitud y la elección del tipo de visa. Cada caso es independiente, sin embargo, dentro de la experiencia que tenemos, vemos que las visas que más se ajustan para hacer inversiones puntuales, son la visa E-2 y la L-1, las cuales dan la oportunidad al aplicante, de una visa de residencia”, agrega Pulido, quien lidera la operación de Negocios en USA desde hace varios años en Bogotá.

Migración Colombia registra que el país de destino de un alto número de colombianos es Estados Unidos, ocupando el primer lugar de preferencia para viajes con un promedio de movilización de 2.443.000 personas cada año. Para aquellos que tengan interés de establecerse, hay varios tipos de visas, cada una con su propio reglamento y que se usa con fines específicos. “Uno de los errores de quienes piensan migrar e invertir en Estados Unidos, es, por ejemplo, viajar a hacer negocios con visa de turista”, asegura Pulido.

Para incursionar con éxito en el mercado estadounidense, se requieren dos palabras claves: radiografía y planeamiento. Es decir, se debe hacer un diagnóstico de cada caso y contar con un buen plan de negocios, donde se demuestren propósitos claros y las metas a las que se quiere llegar. Así las cosas, el escoger el tipo de negocio adecuado y tener la asesoría de un abogado profesional con amplia experiencia en materia de leyes migratorias, es el sello de garantía para aplicar satisfactoriamente, a la visa indicada.

Tipos de visas:

E-2: Otorgada a quienes realicen una inversión dentro de una actividad comercial. Es para aquellos inversionistas que tienen la capacidad económica de comprar un negocio existente o establecer uno nuevo en los Estados Unidos. Puede ser una franquicia. Si bien la inversión debe ser sustancial y no se especifica un monto mínimo, debe ser suficiente para asegurar la operación de la empresa.

L-1: Es un medio de transferencia de los empleados que trabajan en una empresa fuera de los EE.UU. a las oficinas de la misma empresa ubicada en EE.UU. Funciona para las pequeñas empresas de nueva creación y las compañías que buscan su expansión en territorio estadounidense. La persona que aplica para este tipo de visa debe tener un rol clave en la empresa.

EB-5: Los requisitos son más altos. Se necesita realizar una inversión mínima de 500.000 dólares. La ventaja que tiene aplicar a esta visa es la obtención de la residencia permanente, y al cabo de 5 años poder solicitar la ciudadanía americana, siempre y cuando se haya cumplido con los objetivos planteados desde el principio.

En las anteriores clases de visas, el núcleo familiar del aplicante principal, deriva derechos de primer orden: el cónyuge es beneficiado con un permiso laboral amplio y los hijos menores de 21 años, pueden acceder de manera gratuita a una escolarización pública.