El jugador que reveló las líneas, que pasarán a la historia, fue el delantero belga Divock Origi.
"Nos dijo que jugáramos un partido que nuestros hijos y nietos recordaran para siempre", confesó el jugador.
Y es que, más tarde, el propio entrenador de los reds manifestó: "les dije que otros futbolistas que hoy son mayores iban perdiendo 3-0 en la final contra el Milan y acabaron ganando la Champions. Les dije que incluso cuando no lo parece, estas cosas son posibles. A menudo, en el fútbol, parece que todo es imposible, que un partido está acabado, pero no aquí, no con este equipo".
El juego terminó 4-3 a favor del Liverpool, que eliminó al Borussia Dortmund de la UEFA Europa League. Ahora se enfrentará en semis contra el Villarreal español.