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El fútbol profesional colombiano atraviesa una fuerte crisis en materia de arbitraje por cuenta de las intensas polémicas de los últimos meses, donde tanto los jueves como el VAR han cometido feos errores en partidos decisivos.
A pesar de la tecnología, los jueces y encargados del VAR están en el ojo del huracán durante todas las jornadas; no solo en los partidos de Nacional, América o Millonarios, sino también en los cotejos clave por la lucha del descenso. A raíz de todo esto se ha revivido una vieja propuesta que hace unos años hizo ruido.
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Eduardo Pimentel, máximo accionista de Boyacá Chicó y constante directivo de Dimayor, propuso a través de sus redes sociales que se llamaran árbitros extranjeros para la Liga Betplay debido al bajo nivel de varios referís locales. Sin embargo, recibió varias críticas porque su equipo fue gravemente favorecido por el VAR en el duelo clave de hace una semana por el descenso frente a Deportivo Pereira.
Este reclamo del polémico directivo se dio luego del ridículo del VAR en el clásico paisa con la mala actuación de Mario Herrera, además de un penal en contra que le sancionaron a Chicó contra Once Caldas y que Pimentel consideró como inexistente, aunque es realmente dudoso.
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La propuesta de tener árbitros extranjeros parece no tener mayor fuerza ni validez e implicaría temas logísticos complejos, pero sí buscan apretar las tuercas de alguna manera en lo que respecta al bajo nivel del arbitraje en el balompié colombiano.
