¿Usar stickers para burlarse en el trabajo es acoso laboral? Abogados responden
Abogados explican la importancia de analizar la intención y el efecto de estos mensajes en el entorno laboral.

La FM consultó a abogados especialistas en derecho laboral y penal, para que explicaran el uso de stickers con contenido burlón en entornos laborales y cómo esto puede caer acoso laboral en ciertos casos, dependiendo de la intención y del efecto que estos mensajes produzcan en las personas involucradas.
¿Cuándo un sticker puede ser considerado acoso laboral?
El abogado penalista Francisco Bernate señaló que la Ley 1010 de 2006 en Colombia establece los eventos constitutivos de acoso laboral, entre los cuales se incluyen acciones que busquen denigrar o maltratar a un trabajador. “Hacer burla o mofa de los compañeros con miras a denigrarlos o maltratarlos por su aspecto físico, su forma de pensar o de vestir, es un evento constitutivo de acoso laboral”, afirmó.
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Bernate aclaró que no todo uso de stickers representa una conducta sancionable. “Una cosa es crear un sticker que genera una situación de hilaridad corriente, dentro de lo normal, pero otra muy diferente es que un jefe publique stickers burlándose de la condición física o ideológica de un trabajador”, explicó. Agregó que cada caso debe analizarse de manera particular, considerando el contexto y la intención detrás del acto.

El abogado insistió en que, si existe un ánimo discriminatorio relacionado con la condición sexual, las preferencias políticas o el estado físico de una persona, el uso de este tipo de imágenes puede ser considerado acoso laboral. “Hay que ser muy cautelosos con estas situaciones”, señaló.
¿Qué consecuencias puede tener enviar stickers burlones en el trabajo?
El profesor Iván Jiménez, del Observatorio Laboral de la Pontificia Universidad Javeriana, explicó que el envío de stickers burlones puede ser una forma de mobbing o acoso laboral, especialmente cuando no hay consentimiento de la persona involucrada. “Hacer stickers de los compañeros para burlarse puede ser molesto dentro del clima organizacional y, si la intención es causar perjuicio o zozobra, puede tener consecuencias laborales”, indicó.
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Según Jiménez, las sanciones pueden incluir llamados de atención, afectaciones en el ambiente de trabajo e incluso la terminación del contrato laboral en casos graves. “Depende de qué tan aceptado sea el tema, de qué tan agresivo o burlesco sea el sticker y de qué tan amable sea el mensaje recibido”, puntualizó. Enfatizó que el contexto y la reacción de la persona afectada son determinantes para establecer si se trata de una falta.

Otro profesor del mismo observatorio laboral agregó que el envío de mensajes o stickers puede configurar acoso laboral cuando se trata de un trato repetido y habitual dirigido a generar desinterés o fastidio en el trabajo. “Si el comportamiento afecta la dignidad de las personas y tiene un carácter vergonzante o denigrante, puede activar los mecanismos previstos por la ley”, explicó.
El especialista recordó que ante este tipo de casos es posible acudir al Comité de Convivencia Laboral para iniciar una investigación, y que la ley otorga un fuero de estabilidad ocupacional a las personas que denuncian acoso. De acuerdo con la normativa, los empleadores deben garantizar que las comunicaciones digitales dentro del entorno laboral mantengan el respeto entre los trabajadores.