En esta Nota:
Breadcrumb node

Familiares de Álvaro Gómez creen que calumniando van a torcer las investigaciones: Horacio Serpa

"Los familiares de Gómez Hurtado saben quiénes mataron a su pariente y que por alguna extraña razón hay entre ellos y los asesinos un pacto de silencio", dijo en una carta Serpa.

Publicado:
Actualizado:
Lunes, Noviembre 9, 2015 - 11:22

El senador Horacio Serpa del Partido Liberal le respondió a través de una columna a los familiares del político y periodista Álvaro Gómez Hurtado, quien fue asesinado hace 20 años, que "insultado, calumniando, aliándose con mafiosos, abusando de los medios de comunicación y tratando de intimidar a la Justicia van a torcer las investigaciones por el asesinato y de paso enriquecerse con cargo al Estado".


 


Esto es lo que dice la carta: 


 


"Calumniad, que de la calumnia algo queda”


 


Horacio Serpa


 


Familiares del doctor Álvaro Gómez Hurtado creen que insultado, calumniando, aliándose con mafiosos, abusando de los medios de comunicación y tratando de intimidar a la Justicia van a torcer las investigaciones por el asesinato y de paso enriquecerse con cargo al Estado.


 


Es en lo que están, buscando chivos expiatorios y tratando de implicar en el crimen a personas ajenas al abominable crimen. Soy una de esas personas. He sufrido señalamientos, insultos e injustas sindicaciones, en un linchamiento mediático con condena incluida, sin ningún respeto con la verdad, con los demás ni con la Administración de Justicia.


 


Ha sido perversa la acción de estos desmemoriados que no recuerdan o no quieren recordar o creen que los demás han olvidado, las acusaciones que durante años, mucha gente, investigadores y  analistas de la verdad, les hicieron a sus más cercanos familiares, de persecuciones políticas, delitos de Estado y crímenes atroces. Ellos que sufrieron estos señalamientos, consignados en cientos de libros y en la historia, deberían tener más prudencia y confiar en los Jueces: “no hagan a los demás lo que no les gustó que les hicieran a los suyos”. Pero prefieren practicar algo que les es tan familiar como el “calumniad, calumniad, que de la calumnia algo queda”.


 


“Rasguño” pretendió implicarme en el crimen diciendo que oyó a Castaño decir que el expresidente Samper y yo habíamos pedido al abogado Ignacio Londoño que solicitara al cartel del Norte del Valle intervención ante Gómez Hurtado para que no le hiciera oposición al gobierno. Como no lo convencieron ni lograron intimidarlo, dijo,  resolvieron matarlo porque iban a tumbar a Samper y Gómez sería el Presidente,  quien los extraditaría. Ese es el famoso cargo. Los testigos eran el propio Castaño, el “hombre del overol”, el mafioso Efraín Hernández, todos muertos, porque los muertos no hablan.


 


Al abogado Londoño también lo mataron, pero antes habló ante los periodistas y en dos o tres oportunidades en la Fiscalía. Rechazó la acusación y dijo que eran mentiras de “Rasguño”. Incluso contó que una vez Castaño, pistola en mano, quiso obligarlo a que nos implicara a Samper y a mí.


 


Castaño escribió en su libro “Mi Confesión”, que los familiares de Gómez Hurtado saben quiénes mataron a su pariente y que por alguna extraña razón hay entre ellos y los asesinos un pacto de silencio.


 


Enrique Gómez Hurtado habló con el Coronel Ruiz cuando huía de la justicia por el mismo crimen; con Rommel Hurtado amigo de la mafia y de los Gómez, conversó en la cárcel; con Castaño dialogó en la selva y con Myles Frechett en la Embajada de los Estados Unidos. Nunca ha explicado qué le dijeron ni qué conversaron. Sospechosa actitud.


 


Cada vez es más verídica la versión del golpe de Estado. Un amigo de los Gómez, el exsenador Pablo Victoria, dice en su reciente libro “Memoria de un golpe”, que fueron dos los golpes, desconceptúa el valor de la palabra de “Rasguño” y comenta bastantes cosas importantes. Vale la pena leerlo.


 


También debe leerse el libro “Hay que hundir a Serpa”, de Jorge Gómez Pinilla, donde hablo de las anteriores “perlas” y de otras tanto o más interesantes.


 


 El país tiene derecho a saber la verdad. La Justicia tiene el deber de desentrañar la realidad el asesinato y poner al descubierto a los calumniadores que pretenden robar al Estado. Me atengo a la Justicia y estoy, como siempre, a sus disposiciones y órdenes."

Fuente:
Sistema Integrado Digital