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Exguerrillero de Farc logra la primera Alcaldía en Colombia

Guillermo Torres, de 65 años, ganó la Alcaldía del municipio de Turbaco.

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Lunes, Octubre 28, 2019 - 18:10
Exguerrillero logró la primera alcaldía de las Farc en Colombia
Reproduc. Felipe Massa- Facebook

Un exguerrillero conocido como 'el cantante de las Farc' se convirtió este domingo en el primer excombatiente electo como alcalde en Colombia, desde la firma de la paz que se dio en el año 2016.

Guillermo Torres, de 65 años, ganó la Alcaldía del municipio de Turbaco, en el departamento de Bolívar, uno de los más azotados por el conflicto armado en el norte del país. También conocido como Julián Conrado, el excombatiente obtuvo 21.466 votos, equivalentes al 50,07%, mientras su contendor Leonardo Enrique Cabarcas Marrugo, de Cambio Radical, consiguió 13.681 (31,91 %).

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Sin embargo, su triunfo no puede adjudicarse del todo al partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (Farc), el partido surgido de los acuerdos de paz. Conrado se presentó en estas elecciones como candidato de una coalición de izquierda entre los partidos Colombia Humana y Unión Patriótica, este último blanco de una campaña de exterminio hasta principios de los noventa que involucró a grupos de ultraderecha en alianza con agentes estatales. 

"Electoralmente los turbaqueros le estamos dando tremenda paliza a los corruptos", escribió en Twitter.

En una de sus apariciones públicas más recordadas, el exrebelde inauguró con otros músicos los fallidos diálogos de paz con el gobierno del expresidente Andrés Pastrana en 1999.

En estas elecciones, nuevamente con guitarra en mano, recorrió Turbaco cantando vallenatos y lanzando poesías como una forma de protestar su triunfo.

Este domingo la Farc participó en su segunda elección después de las legislativas de 2018, en las que apenas obtuvo el 0,27% de los votos.

Aun así, por cuenta de los compromisos de paz, ocupa diez escaños en el Congreso, una mínima representación dentro de un cuerpo de 280 miembros. 

Para muchos este triunfo es un símbolo evidente de las virtudes propias del proceso de paz. Sin embargo, para otros representa un llamado a la reinvención de sus planes programáticos pues como se vio, los partidos políticos tradicionales no alcanzaron un buen desempeño en estas elecciones.