El municipio de La Virginia fue sacudido en las últimas horas por un fuerte vendaval que dejó un rastro considerable de afectaciones, principalmente en el sector residencial.
Lo que obligó a la Administración municipal a declarar la calamidad pública con el fin de movilizar recursos y articular la ayuda necesaria para las familias damnificadas.
El impacto inicial del fenómeno climático fue de cerca de cien viviendas afectadas, dejando a igual número de familias en condición de damnificadas, pues la fuerza del vendaval provocó destechamientos masivos e inundaciones dentro de las estructuras, lo que se tradujo en la pérdida total de enseres para un número significativo de hogares.
Inmediatamente tras la emergencia, la administración municipal, liderada por el alcalde Juan Carlos Botero, convocó a un Puesto de Mando Unificado (PMU) para coordinar la respuesta institucional.
Este esfuerzo de articulación entre autoridades, cuerpos de socorro y la Policía Nacional, permitió tomar la decisión de declarar la calamidad pública, un paso esencial para atender las múltiples necesidades de la población afectada.
De igual forma, el alcalde Juan Carlos Botero explicó la complejidad de la situación y aclaró que, aunque las cifras iniciales apuntaban a cerca de 80 familias afectadas, advirtió que el número real de damnificados podría ser mayor a medida que avanza la caracterización de los daños.
“Hay que hacer un censo nuevamente, porque en horas de la noche había lugares que estaban oscuros y ya hoy vamos a hacer una confirmación de ese censo”, detalló Botero.
La dificultad en la cuantificación inicial se debe a que la emergencia ocurrió en horas de la noche, lo que dificultó la visibilidad y el acceso a todas las zonas impactadas. Por ello, continúan actualmente las labores para realizar una verificación exhaustiva en todo el municipio.
Además de las viviendas, el alcalde Botero confirmó que varios escenarios deportivos del municipio resultaron gravemente afectados por la fuerza del vendaval, comprometiendo la infraestructura comunitaria, por lo que también se realizará una inspección de todos los espacios recreativos para tener esta parte de la infraestructura local censada y vigilada.
Sin embargo, la situación más crítica la viven las familias que perdieron completamente sus techos. Se conoció que muchos de quienes residían en hogares damnificados tuvieron que recurrir al autoalbergue, buscando refugio temporal en casas de familiares y vecinos cercanos, pues sus viviendas quedaron inhabitables de forma temporal, con la pérdida total de sus enseres.
La declaratoria de calamidad pública permitirá, entonces, a la Alcaldía de La Virginia tomar “decisiones claras con respecto al tema de la emergencia, como ayudas y demás”, enfocándose en la provisión de materiales para la reconstrucción de techos y la reposición de enseres perdidos, teniendo en cuenta que la solidaridad y el apoyo institucional serán clave en los próximos días para que los damnificados puedan iniciar su proceso de recuperación.