MinHacienda revela cifras confidenciales que solo podían conocerse en el marco fiscal
Las cifras señalan que Colombia tendría un déficit fiscal de 38 billones de pesos. ¿Fue un error a propósito?

Los Secretos de D'arcy Quinn revelaron las cifras confidenciales que otorgó el Ministerio de Hacienda previo a la publicación del Marco Fiscal de Mediano Plazo en Colombia.
Durante un debate de control político citado por los senadores Miguel Uribe y Juan Pablo Gallo en la Comisión Tercera del Senado, el ministro de Hacienda cometió un error garrafal: reveló cifras que debían mantenerse en estricta confidencialidad hasta la publicación oficial del Marco Fiscal de Mediano Plazo, prevista para el 13 de junio.
Esta violación a las reglas de reserva no es un asunto menor; tiene implicaciones que van mucho más allá de un simple protocolo institucional.
Las cifras reveladas son preocupantes. El recaudo tributario, que según el Plan Financiero debía crecer un ambicioso 21 %, en realidad solo aumentará un 14 %. Esto representa una caída de ingresos por cerca de 18 billones de pesos frente a lo proyectado.
Pero el panorama se agrava aún más. El gasto primario, que se estimaba crecería en un controlado 3 %, se disparará hasta un 9 %, lo que representa un gasto adicional de aproximadamente 20 billones de pesos.
La ecuación es clara: 18 billones menos en ingresos, 20 billones más en gastos. El resultado es un déficit potencial de más de 38 billones de pesos, lo cual constituye una violación flagrante de la regla fiscal del país.
Este descuido tiene consecuencias graves para la economía nacional. La revelación anticipada de datos sensibles transmite una imagen de manejo irresponsable de las finanzas públicas, lo que inevitablemente incrementa el riesgo país.
Esto podría traducirse en mayores costos de financiamiento tanto para el Estado como para el sector privado, presiones inflacionarias y una pérdida significativa de confianza por parte de los mercados internacionales.
Revelar información confidencial de este nivel constituye una falta gravísima, con potenciales consecuencias disciplinarias, incluida su eventual remoción del cargo.
Y aquí viene lo más inquietante: la próxima semana, Moody’s, la calificadora de riesgo que aún mantiene el grado de inversión para Colombia, decidirá si rebaja o no la calificación soberana. La situación fiscal del país es uno de los factores que más preocupan a esta firma. ¿Es coincidencia que estas cifras se filtren justo ahora?