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En total, 202 personas resultaron heridas en el ataque, y 52 de ellas estaban por la tarde entre la vida y la muerte, precisó François Molins, el fiscal de París al frente de la fiscalía antiterrorista francesa.
El conductor del camión de 19 toneladas, que durante dos kilómetros avanzó sembrando caos y muerte en el paseo de los Ingleses de Niza, fue identificado como Mohamed Lahouaiej-Bouhlel, nacido hace 31 años en la ciudad tunecina de Sousse y residente en Niza, "capital" de la Costa Azul.
El agresor, condenado por delitos de derecho común, era en cambio "totalmente desconocido por los servicios de inteligencia", dijo Molins.
Una misa se celebra en la catedral de Niza en memoria de las víctimas del atentado que se perpetró anoche en esta ciudad, en la que participaron varias personalidades políticas, principalmente líderes de la derecha y la extrema derecha francesa.
Al oficio religioso acudieron el anterior jefe de Estado y presidente de Los Republicanos, Nicolas Sarkozy, el presidente de la región de Niza y antiguo alcalde de la ciudad, Christian Estrosi, el diputado Eric Ciotti, también de Los Republicanos, y la diputada del Frente Nacional Marion Marechal Le Pen.
En una primera reacción institucional al atentado esta mañana, el presidente de Los Republicanos dijo en un comunicado que serán necesarias "una firmeza y una vigilancia excepcionales" durante mucho tiempo porque "estamos en una guerra que va a durar".
Sarkozy insistió en que, teniendo en cuenta que la "amenaza se renueva sin cesar (...), la adaptación y el refuerzo permanente (del) dispositivo de lucha contra el terrorismo islamista es una prioridad absoluta".
De acuerdo con las cifras ofrecidas esta tarde por el presidente francés, François Hollande, que se desplazó a Niza, el ataque causó 84 muertos, entre los que había 10 niños y adolescentes, además de 200 heridos, 52 en estado crítico.
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