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En medio del reciente terremoto de 7.6 grados que sacudió Japón, Lina Navarro, una colombiana residente en Tokio, compartió sus experiencias desde un pequeño pueblo ubicado a 150 kilómetros del epicentro.
En declaraciones a La FM de RCN, Lina relató su vivencia y la respuesta calmada de la población japonesa ante el evento sísmico.
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"Vivo en Tokio, pero estoy en un pueblito que está a 150 kilómetros de donde se vivió el terremoto. No lo sentí porque iba en el bus, pero me enteré porque las alarmas del celular de todos los pasajeros se encendieron. Cuando llegué al pueblo fue que empecé a ver las noticias y la gente estaba preocupada", explicó Navarro.
A pesar de la distancia, la reacción de la población no pasó desapercibida para Lina, quien destacó las medidas preventivas y la serenidad con la que los ciudadanos japoneses enfrentaron la situación.
"Siempre nos piden quedarnos en el lugar donde estamos, no salir, recomiendan dormir con unos zapatos al lado de la cama y salir a los sitios de evacuación cuando el terremoto ha pasado", señaló.
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Navarro expresó su impresión sobre la preparación del país ante eventos sísmicos, indicando que las edificaciones parecen estar bien preparadas. Además, resaltó la calma de la población, incluso en situaciones de crisis.
"Creo que las edificaciones ya están bien preparadas porque Japón está esperando un terremoto que se dice que va a ser de 8 o más. Los ciudadanos son muy tranquilos, no se ponen nerviosos ni salen corriendo como locos, entonces creo que eso ayuda mucho", afirmó.
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