Estudio revela que abusos infantiles aumentan hasta 30 % en vacaciones: expertos alertan
Riesgo de abuso sexual infantil aumenta hasta un 30 durante las vacaciones, datos revelan que niñas jóvenes son las principales víctimas.

Durante la temporada de vacaciones, cuando se espera que reine la tranquilidad y el descanso familiar, el riesgo de casos de abuso sexual infantil a nivel global aumenta hasta un 30%, de acuerdo con la asociación Infancia Libre de Abuso Sexual (Ilas) de México.
Aunque este periodo suele representar un respiro en la rutina escolar, también expone a niños, niñas y adolescentes a contextos que debilitan sus redes de protección.
Los datos oficiales revelaron que este tipo de violencia afecta principalmente a niñas jóvenes, que se convierten en el el 85% de las víctimas.
Para el caso de Colombia, los análisis destacan que el grupo más afectado tiene entre 12 y 17 años y representa el 56% de los casos de presunto abuso sexual, seguido por menores de 6 a 11 años (32%) y, en menor proporción, niños y niñas menores de 5 años (11%).
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Las cifras también mostraron que en casi nueve de cada diez casos, el abuso es cometido por un familiar o una persona cercana al entorno de la víctima.
¿Por qué aumentan los riesgos?
En diálogo con RCN Radio, Marcela Parra, psicóloga forense de la Universidad Manuela Beltrán, señaló que durante las vacaciones se configura una “tormenta perfecta” que facilita el abuso: los niños pasan más tiempo sin supervisión, las rutinas desaparecen y los espacios de convivencia con potenciales agresores se amplían.
“La escuela es un espacio protector donde los docentes, muchas veces, detectan signos tempranos de abuso. En vacaciones, esa alerta se pierde”, explicó la especialista.
A esa situación se suma el aumento del consumo de alcohol en celebraciones familiares, que puede agravar el comportamiento de agresores cercanos.
Otros factores de riesgo
- Mayor tiempo en ambientes informales y menos estructurados.
- Convivencia prolongada con familiares o conocidos que pueden representar un peligro.
- Falta de privacidad en situaciones como compartir habitación o cama.
- Menor acceso de los niños a redes de apoyo o adultos de confianza fuera del núcleo familiar.
¿Qué se debe hacer para evitar posibles casos de abuso?
Ante este panorama, la psicóloga subrayó que la clave es la prevención sin generar pánico, a través de estrategias de comunicación y confianza:
- Educación sobre el cuerpo y el consentimiento: usar los nombres correctos para las partes íntimas y reforzar que nadie debe tocarlos sin su permiso.
- Hablar sobre secretos: enseñar la diferencia entre “sorpresas buenas” y “secretos que hacen daño”, y animar a contarlos a un adulto de confianza.
- Plan de seguridad vacacional: identificar 3 o 4 adultos seguros a los que se pueda acudir en caso de sentirse en peligro.
- Supervisión tecnológica: vigilar el uso de redes sociales y videojuegos, canales cada vez más usados por agresores.
- Establecer reglas con otros adultos: por ejemplo, evitar que los niños duerman en la misma cama con adultos que no sean cuidadores principales.
- Uso de cámaras domésticas: pueden servir como medida de vigilancia o elemento disuasivo.
- Palabras clave: acordar frases con los niños para alertar a un adulto en caso de sentirse amenazados.
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¿Dónde buscar ayuda?
La Línea 141 del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) está habilitada las 24 horas, todos los días del año, para brindar orientación y recibir denuncias. Es gratuita y confidencial.
Otros expertos concluyeron que la protección de la infancia es una responsabilidad colectiva, especialmente cuando la rutina se interrumpe. Estar atentos, escuchar y actuar puede marcar la diferencia, para que las vacaciones sigan siendo un espacio de bienestar y no de riesgo.