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La separación de Shakira y Gerard Piqué, oficializada en 2022, ha entrado en una nueva fase con la venta de una de las propiedades que compartían. Tras un proceso legal para la repartición de bienes, se ha concretado la primera transacción de las tres casas contiguas que adquirieron en Esplugues de Llobregat, Barcelona. La venta de una de las casas se ha cerrado por un valor superior a los tres millones de euros, según fuentes como ABC, Europa Press, La Vanguardia y El Español.
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Durante su relación, la expareja había proyectado unir las tres viviendas en un único complejo familiar, con un diseño que incluía amplios jardines, piscinas, un gimnasio, una sala de juegos y un estudio de grabación. Sin embargo, la ruptura detuvo el proceso de reforma e integración, dejando las casas separadas. La propiedad vendida era la tercera en el conjunto, que estaba destinada a ser reformada para unirse a las otras dos, pero finalmente se negoció de forma independiente.
Obstáculos y negociaciones
La venta de las propiedades no ha estado exenta de dificultades. Medios internacionales habían informado sobre tensiones entre la expareja debido a desacuerdos en el precio de venta. Shakira había propuesto un valor inicial de 12 millones de euros para todo el conjunto, mientras que Piqué estaba dispuesto a considerar ofertas en un rango entre los 6 y 10 millones. Estas diferencias de valoración generaron retrasos en la negociación.
La venta de esta primera vivienda representa un avance significativo en la disolución del patrimonio en común. El resto del complejo, que incluye las dos propiedades principales, sigue en el mercado con un valor estimado de 10,99 millones de euros. La operación se gestiona de forma discreta a través de una empresa dirigida por el padre de Piqué, Joan Piqué, con el fin de evitar una exposición mediática excesiva.
Características de las casas de Shakira y Piqué en Esplugues
Las propiedades abarcan una parcela de 3.800 m², con alrededor de 715 m² construidos y 630 m² habitables por vivienda. Cada casa cuenta con seis habitaciones, cinco baños, piscina interior y exterior, gimnasio, estudio de grabación, sala de juegos, terrazas y dos niveles subterráneos que incluyen bodega y estacionamiento. El diseño, finalizado en 2012, contemplaba la unión de los tres espacios en un único complejo familiar.
Durante años, este lugar fue el hogar de la cantante, el exjugador y sus hijos Milan y Sasha. Allí también convivieron los padres de Shakira y parte del personal de servicio. Con la separación, la venta del conjunto marcó el inicio de la disolución definitiva de su patrimonio común.
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La nueva vida de Shakira y Piqué tras la venta
Actualmente, Shakira reside en Miami con sus hijos, ciudad a la que se trasladó en 2023. Por su parte, Piqué permanece en Barcelona, dedicado a su empresa Kosmos y viajando con frecuencia a Estados Unidos para cumplir con la custodia compartida.
La venta de la mansión de Esplugues representa un paso más en la separación patrimonial iniciada hace tres años. Aunque dos de las viviendas aún permanecen en el mercado, la primera transacción evidencia el cierre progresivo de un capítulo en la vida en común de la cantante y el exfutbolista.
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