De qué murió Ace Frehley, guitarrista de Kiss, a los 74 años: esto se conoce hasta ahora

Lo que se sabe de la muerte de Ace Frehley

A finales de septiembre, Frehley había cancelado un concierto en la Feria del Valle del Antílope, en California, después de una caída que requirió hospitalización. En aquel momento, su equipo aseguró que el artista se encontraba bien, aunque su médico le recomendó no viajar. Sin embargo, el 11 de octubre se suspendieron todas las fechas restantes de su gira de 2025 debido a problemas médicos persistentes.

Su fallecimiento marca el cierre de una era para miles de seguidores del rock clásico, que crecieron con el sonido de su guitarra y su característico personaje de escenario: “Spaceman” o “Space Ace”.

El guitarrista que definió el sonido de Kiss

Ace Frehley fue una pieza fundamental en la formación de Kiss. Su estilo de guitarra y su presencia escénica ayudaron a consolidar el sonido que convirtió a la banda en un fenómeno mundial durante las décadas de los setenta y ochenta. Aunque Gene Simmons y Paul Stanley eran los principales compositores, la destreza musical de Frehley aportó una identidad propia.

Entre sus composiciones destacan “Cold Gin”, “Parasite”, “Shock Me” y “Talk to Me”, canciones que se convirtieron en clásicos entre los seguidores del grupo. Frehley describía el acto de tocar en vivo como una experiencia intensa: “Tocar la guitarra en el escenario es como hacer el amor. Si eres bueno, siempre te excitas”, dijo en una entrevista con Rolling Stone en 1976.

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Los inicios de Ace Frehley y su llegada a Kiss

Nacido en el Bronx como Paul Daniel Frehley, el futuro guitarrista descubrió su pasión por la música tras recibir una guitarra eléctrica como regalo de Navidad en 1964. Aunque no tomó clases formales, desarrolló un estilo autodidacta influenciado por Jimi Hendrix, The Who y Led Zeppelin.

En 1972 respondió a un anuncio del periódico Village Voice que buscaba un guitarrista principal para una nueva banda. No podía pagar un taxi, así que su madre lo llevó al ensayo. Allí conoció a Simmons, Stanley y Peter Criss, quienes al principio se burlaron de su vestimenta, pero quedaron impresionados al escucharlo tocar. Poco después, fue invitado oficialmente a unirse al grupo.

La banda adoptó el nombre Kiss en enero de 1973 e inició su carrera con maquillaje escénico y vestuario teatral, inspirados por artistas como Alice Cooper y los New York Dolls. Con el tiempo, ese estilo visual se convertiría en parte esencial de su identidad.

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El ascenso al estrellato con “Alive!”

Los primeros álbumes de Kiss —Kiss (1974), Hotter Than Hell (1974) y Dressed to Kill (1975)— tuvieron un éxito moderado. Sin embargo, el álbum en vivo “Alive!” (1975) cambió la historia de la banda. Su energía, sumada a presentaciones llenas de efectos visuales, consolidó a Kiss como una fuerza dominante del rock estadounidense.

El álbum Destroyer (1976), producido por Bob Ezrin, llevó a la banda a nuevas alturas con temas como “Detroit Rock City”, “Shout It Out Loud” y la balada “Beth”, interpretada por Peter Criss. La producción marcó un punto decisivo en la carrera del grupo y reafirmó el papel de Frehley como guitarrista líder.

Carrera en solitario y conflictos internos

El éxito masivo trajo consigo tensiones internas. En 1978, cada integrante lanzó un álbum en solitario de manera simultánea. El disco de Frehley fue considerado por muchos fanáticos como el más sólido del conjunto e incluyó su versión de “New York Groove”, que se convirtió en un éxito internacional.

Sin embargo, los conflictos por la dirección musical y los excesos personales comenzaron a afectar la convivencia. Frehley abandonó la banda en 1982 tras diferencias creativas y problemas con el alcohol. Años después reconoció que su adicción lo llevó a una serie de incidentes, entre ellos su arresto en 1983 por conducción peligrosa en Nueva York.

Regreso, legado y despedida

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Frehley regresó a Kiss en 1996 para una gira de reunión con la formación original, que resultó ser una de las más exitosas en la historia de la banda. Permaneció con ellos hasta 2002, antes de retomar su carrera en solitario con el proyecto Frehley’s Comet.

A lo largo de su trayectoria, dejó una huella profunda en generaciones de músicos que vieron en su estilo una mezcla entre técnica, carisma y sencillez. Para muchos, su figura representó la esencia del rock clásico: energía, rebeldía y autenticidad.