En el sur de Bogotá, la parroquia de San Cayetano, en la localidad de Kennedy, se ha convertido en uno de los puntos más visitados durante la temporada decembrina gracias a un pesebre tallado completamente en hielo que acompaña el recorrido de las tradicionales novenas de Navidad.
La iniciativa, llamada Villa Cielo, ofrece a feligreses y visitantes una experiencia que combina espiritualidad, arte y una puesta en escena sensorial. El padre Arnoby Álvarez, párroco de San Cayetano, explicó que la idea surgió como una forma de invitar a la reflexión y al recogimiento desde los sentidos.
“Es una experiencia sensorial que hemos buscado para que los visitantes que vienen a visitar el pesebre en hielo, construido, hecho, tallado en hielo, pues tengan algo, que sea todo un proceso y una experiencia complementaria desde los sentidos. Por eso, cada uno de los visitantes va a encontrar una experiencia maravillosa en Villa Cielo, aquí en la parroquia de San Cayetano”, señaló.
Un recorrido por la esperanza
El recorrido comienza en el templo con la presencia de la Virgen Desatadora de Nudos, una devoción conocida por simbolizar la esperanza frente a las dificultades de la vida. Allí, los asistentes reciben un listón en el que pueden representar aquello que desean agradecer o pedir.
“Esta experiencia maravillosa de vivir y de presenciar, de experiencia maravillosa de vivir y de presenciar, de contemplar el nacimiento de Jesús, un pesebre hecho y tallado en hielo, y lo más lo más lo más característico y lo más interesante es que es una obra temporal”, explicó.
La obra fue donada por la empresa Hielo Iglu, que, junto a otras compañías aliadas, hizo posible la instalación. Villa Cielo abre sus puertas todos los días desde las seis de la tarde, y a las siete y treinta de la noche se realiza la novena de aguinaldos con la participación de los visitantes.
¿Cuánto tiempo duro su elaboración?
Desde el componente técnico, Anderson García, gerente de Hielo Iglu Bogotá, detalló que el pesebre fue elaborado con cerca de 15 toneladas de hielo, fabricadas durante tres meses en Medellín y trasladadas a la capital.
“Ese experiencia de hielo, nos demoramos aproximadamente tres meses en la fabricación desde Medellín. Lo trajimos a Bogotá, y un escultor de nosotros, Diego Zuleta, nos ayudó mucho, yo lo llamo un maestro, porque desde ese bloque de hielo totalmente traslúcido, una técnica totalmente diferente al hielo convencional”, explicó.
Una experiencia bajo cero
El trabajo de tallado estuvo a cargo del escultor Diego Zuleta, quien utilizó una técnica especial con hielo translúcido para dar forma a las figuras en tamaño real.
La experiencia se vive a temperaturas de hasta menos 12 grados centígrados, por lo que los organizadores recomiendan asistir bien abrigados.