En esta Nota:

¿Una mariscada en Cartagena por $1'800.000? Autoridades tomaron medidas

Turistas fueron víctimas de los abusos de los comerciantes en la ciudad amurallada.

Publicado:
Actualizado:
Miércoles, Julio 11, 2018 - 07:50
Panorámica de Cartagena de Indias
Colprensa

Un nuevo episodio de abuso a los turistas que llegan a Cartagena durante la temporada de vacaciones, se registró en las playas de Bocagrande, en cercanías al hotel Capilla del Mar.

Los visitantes de origen noruego, ruso y venezolano ordenaron una  ‘mariscada’ y algunas cervezas en uno de los módulos que están instalados al borde del mar, todo iba bien hasta que pidieron la cuenta, según la factura esa sencilla comida les costaba 1’800.000 de pesos.

Tras entender que se trataba de un abuso, el grupo de extranjeros interpuso la denuncia, por lo que funcionarios de la Secretaría del Interior y la Policía de Cartagena buscaron a la comerciante que hace parte de la Asociación de Vendedores del Módulo 11 de las playas, quién reconoció el cobro excesivo.

De inmediato las autoridades procedieron a sellar el establecimiento, y aunque la vendedora prometió no volverlo a hacer, las directivas de la agremiación a la que pertenece decidieron suspenderla definitivamente. 

Por su parte, la alcaldesa (e) Yolanda Wong aseguró que esta sanción da cuenta que el grupo elite, recientemente creado para evitar los abusos a turistas, está funcionando, “esos son los efectivos de este grupo y la línea de denuncias (316 4739678), un contacto que habilitamos para que los ciudadanos se comuniquen con nosotros cuando ocurren estos casos”.

La mandataria interina de Cartagena indicó también, que el nuevo decreto que establece los precios para la zona turística no solo aplicará durante las temporadas altas, sino todo el año “lo vamos a institucionalizar para que esté vigente todos los días del año”. 

Al inicio de la temporada turística, la alcaldesa de Cartagena advirtió que tomaría las acciones necesarias para poner en cintura a aquellos que realizaran cobros abusivos, y que no le temblaría la mano para suspender a los operadores turísticos que atenten contra la imagen de la ciudad, “no lo vamos a permitir. No vamos a matar la gallina de los huevos de oro”.

Este llamado lo hizo tras los últimos acontecimientos que se han registrado en las playas de la ciudad, donde a unas turistas chilenas les cobraron $450.000, por aceptar la denominada "pruebita" que le ofrecieron unas masajistas; o la situación que vivió un grupo de jóvenes norteamericanos que por consumir 12 bebidas les cobraron $550.000.

Las autoridades también cerraron por siete días un restaurante en Playa Blanca, en la zona insular de Barú, por cobrar de más por unos alimentos a turistas. La queja llegó a la Policía y los responsables debieron regresar unos 400 mil pesos, producto de los servicios prestados.