Presidenta de Corficolombiana sobre daños en la Vía al Llano: "Hay una serie de puntos críticos que deben ser atendidos"
Milena López Rocha detalló el impacto tras daños en la Vía al Llano. También evaluó las propuestas que se hacen para mejorar la calidad vial entre la capital y el occidente colombiano.

Milena López Rocha, presidente de Corficolombiana, informó en La FM sobre los daños actuales en la Vía al Llano, precisando que “la vía principal sigue bloqueada” y que por ahora sólo existe una “variante que habilitamos” para el acceso a los llanos. Dijo que la variante no reúne las especificaciones de la carretera principal, lo que reduce la velocidad y la capacidad de desplazamiento.
¿Cuáles son los puntos críticos que exige atender Corficolombiana?
López Rocha explicó que las vías alternas han perdido funcionalidad por varios factores. “Cuando vemos la carretera por el Sisga, hemos tenido derrumbes significativos. El río se llevó un pedazo grande de la vía”, comentó. Añadió que algunas vías “no tuvieron la habilitación de carga pesada como la tiene la vía al Llano” y que aspectos del mantenimiento, como asegurar la montaña, “no se han estado haciendo”. Señaló que esos puntos críticos requieren atención tanto del gobierno actual como de los anteriores, porque el riesgo geológico “está en cabeza del Estado”.
Sobre el derrumbe actual en el Kilómetro 18, López Rocha señaló que “el Invías está encargado de restablecer la vía” y que la ministra de Transporte espera que la carretera esté habilitada en noviembre. Describió las labores de aseguramiento de la montaña, drenaje del agua para evitar escurrimientos y la remoción de escombros. Afirmó que Corficolombiana ha colaborado, por ejemplo, en asegurar laderas y trabajar con canales de agua.
¿Qué propuestas estructurales plantea Corficolombiana para evitar nuevos bloqueos?
López Rocha afirmó que la solución estructural consiste en desdoblar la vía por un trazado diferente, con “viaductos y túneles”, similar a lo construido en el segundo y tercer tercio entre Caquesa y Villavicencio. Indicó que el primer tercio, Bogotá‑Caquesa, no fue construido por la concesión, sino que fue recibido para operación y mantenimiento.
La ejecutiva mencionó que atender hoy los 100 puntos críticos identificados cuesta aproximadamente 2 billones de pesos. Dijo que además de resolver los puntos críticos, es necesario trabajar en la gestión del territorio, controlar cultivos, captaciones de agua, pozos sépticos y uso de laderas para evitar que la topografía se deteriore.
Con relación al puente de Chirajara, afirmó que está listo, pero añadió que “no se puede usar” porque “faltan unas obras intermedias para poder asegurar los túneles y conectar la salida del túnel con el puente”. Aclaró que esas obras están a cargo de la nación.
También comentó que han explorado mecanismos de colaboración para agilizar reparaciones. “En su momento vimos alternativas con la Unidad de Gestión de Riesgo para asegurar que se hicieran algunas obras. Eso no prosperó”, dijo, y señaló que propuestas como “obras por impuestos” no son permitidas por la regulación vigente, lo que impide ese mecanismo.
López Rocha advirtió que la responsabilidad sobre el riesgo geológico, derivado de derrumbes, corresponde al Estado, pues “no es previsible” cuántos serán los derrumbes ni su magnitud, por lo que las concesiones 4G tienen asignado ese riesgo a la nación. También indicó que como país se asignan recursos para obras nuevas, pero no para prevención ni mantenimiento de puntos críticos.
Finalmente reiteró la urgencia de atender los puntos críticos y de trabajar con autoridades locales y corporaciones autónomas para ordenar el territorio. “Si la ladera se siembra, se cultiva, se está regando, se construye, hay pozos sépticos donde la captación y el desecho de aguas no se regula, esto deteriora las laderas. En la medida que la gestión del territorio no se haga de manera adecuada, vamos a seguir teniendo estos problemas en las laderas.”