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Los residuos de velas y pólvora que quedan en las calles y plazas de la ciudad de Bogotá, en la noche de las velitas, es recogido desde las seis de la mañana por operarios de barrido de compañías adscritas a la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (UAESP).
Lorena Sánchez, una mujer cabeza de familia que labora como operaria de la empresa de Promoambiental distrito, hace parte del turno de la mañana de la empresa y es una de las 40 personas de la zona de la Candelaria y Santa Fe que retira este tipo de material del piso con su espátula.
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"La labor para poderla hacer a cabalidad y que quede bien hecha, nos toca agacharnos y es un poco incómodo por el tiempo que mantenemos en esta posición. Por la espátula y el palín muchas veces quedan afectadas las manos", precisó.
En esta labor poco conocida por los habitantes de la capital, Lorena indica que se recoge más de media tonelada de residuos, de igual forma, afirma que en cada zona se demora entre diez minutos y 15 minutos eliminando el material.
Aunque en estos espacios en los que se realizan operativos por parte de las compañías adscritas a la UAESP se quita el 97% de los residuos de vela dejados por los ciudadanos, estos patrimonios de Bogotá se ven ampliamente afectados por el químico del cual están hechos los productos.
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En el caso en el que no queden removidas en su mayoría de las plazas o calles de la ciudad, los más de 4.700 colaboradores de las 20 localidades de la ciudad a los que algunos les llaman "escobitas", deberán volver a programarse para dicha actividad.
En el marco de estas celebraciones navideñas, los "escobitas" hacen un llamado a la ciudadanía para que se tenga conciencia con el cuidado de estos espacios que representan la capital colombiana,al igual que valoren en trabajo realizado.
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