En esta Nota:
Breadcrumb node

A policías en Miranda (Cauca) los robaron después de muertos

Imágenes grabadas en el lugar muestran cómo fueron hurtadas las pertenencias de los uniformados.

Publicado:
Actualizado:
Domingo, Octubre 1, 2017 - 10:49
policiascaucahurto.jpg
El hurto a los policías asesinados en Miranda (Cauca) / Foto tomada del video

El teniente Wilfredo Madrigal Galvis y los patrulleros Juan Gabriel Narváez Cabrera y Carlos Alfredo Lara Márquez fueron asesinados en Miranda (Cauca). En imágenes grabadas por aficionados se ve a algunas personas robando a los uniformados asesinados. Sus armas se constituyen en su primer blanco de hurto.

Las imágenes muestran a dos personas llevándose las armas de los policías. De hecho, uno regresa a mirar si no había más que sustraer de la camioneta de la Policía. El material es analizado por las autoridades para establecer si estas personas eran simples transeúntes o tuvieron que ver con el crimen.

Consulte aquí: Policías en Miranda (Cauca): ¿quién los asesinó?

Vea el hurto a los policías después de que fueran asesinados

A policías en Miranda (Cauca) les robaron armamento después de muertos #lafm #Cauca #Miranda

Una publicación compartida de La FM (@lafmoficial) el

El teniente Wilfredo Madrigal Galvis y los patrulleros Juan Gabriel Narváez Cabrera y Carlos Alfredo Lara Márquez fueron asesinados en Miranda (Cauca).

El ataque se produjo alrededor de las 4.30 p.m. del sábado cuando una patrulla de la Unidad Básica de Carabineros (UBICAR) de la UNIPEP, unidad que garantiza la seguridad en las zonas en que residen los excombatientes de las Farc, pasaba por la zona de El Caraqueño e iba a encontrarse con otros agentes que habían realizado actividades con la comunidad de Miranda.

El Ejército envió apoyo y sostuvo un enfrentamiento con el grupo atacante, en el que murió uno de los presuntos autores del ataque y dos más resultaron heridos. Aunque se desconoce la autoría de la agresión, en la zona opera una de las disidencias del Frente Sexto de las ya desmovilizadas Farc, al mando de alias Mordisco, a quienes la Policía considera como “probables autores” del ataque, así como la guerrilla del Eln. Este grupo armado comienza este lunes el cese el fuego bilateral.

Los fallecidos fueron identificados como el teniente Wilfredo Madrigal Galvis y los patrulleros Juan Gabriel Narváez Cabrera y Carlos Alfredo Lara Márquez, según la versión policial. A las cero horas de este domingo, el Gobierno de Colombia y el ELN, última guerrilla activa del país, iniciaron un cese el fuego de 101 días, lo que constituye el mayor logro en los diálogos de paz que comenzaron en febrero pasado en Quito.

De confirmarse que fueron los disidentes de las Farc, este sería su peor ataque desde el 24 de noviembre del año pasado, cuando fue firmado el acuerdo definitivo de paz, no acatado por varios centenares de miembros de la ahora exguerrilla. El ELN no ha desmentido completamente haber participado en el ataque, pero a través de sus cuentas en redes sociales han retuiteado mensajes que ponen en duda su participación en el mismo.

Consulte aquí: Santos repudia ataque en que murieron tres policías en Miranda, Cauca

A través de esas mismas redes y cuando apenas pasaba un minuto de las cero horas de este domingo, publicaron un mensaje en el que anunciaban que entraban en alto el fuego“A partir de este momento, y como lo dijo nuestro comandante Nicolás Rodríguez, el ELN cumplirá el cese al fuego bilateral de manera plena”, escribió la guerrilla a través de una de sus cuentas oficiales en Twitter.

El máximo líder del ELN, Nicolás Rodríguez Bautista, alias Gabino, dio la orden el pasado viernes de quetodas las unidades de esa guerrilla entraran en cese el fuego a partir de las cero horas de este domingo. La respuesta del presidente Juan Manuel Santos no tardó en llegar y, horas después, firmó el decreto por el que la fuerza pública también entró en alto el fuego.

Este cese de hostilidades está definido por 101 días, hasta el 9 de enero próximo, y ha sido el mayor hito hasta el momento en los diálogos de paz con el ELN que comenzaron el pasado febrero en Quito. También es el primero de carácter bilateral en 53 años de conflicto armado con esa guerrilla, que sin embargo ha hecho altos a sus hostilidades de manera puntual.

Para revisar que las partes cumplan lo pactado, se conformará un Mecanismo de Veeduría y Verificación (MV&V) con la participación del Gobierno, la fuerza pública, el ELN, la ONU y la Iglesia Católica. Precisamente, líderes religiosos de todo el mundo aglutinados en el Diálogo Intereclesial por la Paz (DiPaz) mostraron su “regocijo” por el comienzo del cese el fuego y la labor que realizará la Iglesia.

También se sumaron a las felicitaciones los gobiernos de los cinco países que conforman el grupo de apoyo, acompañamiento y cooperación a la mesa de conversaciones de paz: Alemania, Italia, Holanda, Suecia y Suiza. El grupo felicitó a las dos delegaciones por haber llegado a este acuerdo y mostró su esperanza de que la tregua sirva para mejorar especialmente la situación humanitaria de la población civil.

También explicaron que para las regiones de Colombia más afectadas por la violencia, el cese el fuego ofrece grandes oportunidades, “en particular para la participación amplia e incluyente de la sociedad en la construcción de la paz”.

La esperanza es que continúe la dinámica observada por el Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac), que el domingo publicó un informe en que se observa que, desde el inicio de los diálogos de paz con el ELN, las acciones ofensivas se redujeron un 28,8 % y los combates un 42,8 % en comparación con el mismo periodo de 2016. Para los investigadores del Cerac, que la tregua comience en este contexto de tendencia “hace más probable el alto cumplimiento del mismo”.

Como parte del acuerdo para el cese el fuego, no habrá zonas de despeje ni sitios vedados para las Fuerzas Militares o la Policía Nacional, que perseguirá el crimen con normalidad. Tampoco se concentrarán los miembros del ELN en áreas de reunión y se establecerán a través del MV&V las coordinaciones necesarias para evitar incidentes en terreno.

Los ciudadanos tampoco se verán limitados en sus derechos y libertades y podrán establecer contacto con las autoridades e instituciones locales cuando lo crean oportuno.