Fingió su secuestro para cobrar por su liberación y así pagar los cuatro días de sexo que tuvo en Medellín

Luego de vivir cuatro días de rumba, desenfreno, sexo y licor en un burdel de la comuna Belén en Medellín, Harold Santiago Osorio Garzón se dio cuenta que no contaba con el dinero suficiente para cancelar la abultada cuenta, que ascendió a 11 millones de pesos por servicios prestados.

Frente a la complicada situación, el joven vio como una salida fingir su secuestro y exigirle a su empleadora la suma de 15 millones de pesos para lograr su liberación y lograr la devolución del vehículo con el que trabajaba.

De acuerdo a la investigación del Gaula de la Policía, Osorio Garzón laboraba como conductor de un automóvil y el 31 de enero no llegó a la casa de la propietaria. Tres días después la mujer recibió un mensaje de Whatsapp en el que le exigían 15 millones de pesos a cambio de devolverle el carro y liberar a su empleado. Posteriormente la exigencia se redujo a 13 millones de pesos.

El supuesto victimario citó a la dueña del vehículo para la entrega de la millonaria suma en una vía pública del barrio Belén. Allí el joven llegó en compañía de tres supuestos secuestradores para recibir el pago por su liberación. Una vez la empleadora entregó el dinero, Harold Osorio salió corriendo pero fue capturado por servidores del Gaula junto con sus acompañantes.

Luego de las verificaciones, los investigadores establecieron que Osorio Garzón nunca estuvo cautivo y que, desde su presunta desaparición, estuvo en un prostíbulo del occidente de Medellín. El cliente dejó como prenda de garantía el automóvil que conducía, mientras conseguía el dinero pagar la deuda en efectivo.

Las tres personas que acompañaban al autosecuestrado eran empleados del negocio y fueron dejadas en libertad, según confirmó la Fiscalía. Entre tanto, el Juzgado 31 Penal de Medellín le dictó medida de aseguramiento a Osorio Garzón en centro carcelario mientras avanza el proceso judicial. También se conoció que el vehículo quedó como prenda de garantía para el pago de las acreencias del joven de 23 años de edad.