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Santos tras fin del paro de maestros: "educación es prioridad absoluta de mi gobierno"

"Trabajaré sin descanso por la educación", declaró el presidente Juan Manuel Santos.

Actualizado:
Viernes, Junio 16, 2017 - 15:52
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Oficial Presidencia.

Consulte los detalles del acuerdo anunciado por MinEducación (clic aquí).

Tras la extensa reunión entre el Gobierno Nacional y Fecode, hubo compromiso entre las partes para una nivelación salarial y se creó una nueva bonificación para los docentes.

En 2018 los docentes recibirán un pago del 6% de asignación básica; en 2019 será del 11% y en 2020 el pago será del 15%.

De igual forma, se trazó una hoja de ruta para tres grados de preescolar, para que los niños más pequeños accedan a educación gratuita.

Así mismo, hay un compromiso entre Fecode y el Gobierno para la implementación de la jornada única. Y el Ministerio de Educación dio a directriz a las secretarías de Educación para que cambien el calendario académico y repongan las clases.

Las palabras del presidente Juan Manuel Santos:

"Después de semanas de diálogo permanente con los delegados de Fecode, se llegó finalmente a un acuerdo para levantar el paro de maestros y retornar a la normalidad académica. También logramos un acuerdo en el Ministerio de Trabajo.

Reconocer y proteger la protesta social, mantener siempre una apertura al diálogo y trabajar en la búsqueda de acuerdos realistas y posibles ha sido política permanente de mi gobierno.

El acuerdo logrado con los docentes parte del reconocimiento de que el Gobierno ha cumplido con los acuerdos de 2015, en particular en materia salarial, y nos permite seguir avanzando en mi compromiso de mejorar la situación de todos nuestros maestros.

Estamos cumpliendo igualmente con los demás aspectos pactados.

Que quede claro. A los docentes, que son pieza clave en la educación, los hemos venido apoyando desde el primer día de mi gobierno.

Les hemos entregado más de 7 mil becas de maestría para la Excelencia Docente.

Más de 100 mil han recibido acompañamiento en el aula de clase para mejorar su forma de enseñar lenguaje y matemáticas, en beneficio de 2 millones 300 mil estudiantes.

Les hemos entregado casi 120 mil tabletas, y hemos formado a más de 100 mil docentes en el uso de nuevas tecnologías.

Con el programa Colombia Bilingüe, 950 profesores extranjeros han llegado al país para formar a 3.700 maestros en lenguas. Este año vendrán otros 500 para continuar esta labor en 370 colegios oficiales.

Colombianos,

Por décadas, por más de 50 años, la guerra nos impidió dedicar los recursos y los esfuerzos para resolver temas esenciales para nuestro país. La educación fue, sin duda, una de las grandes sacrificadas.

Era hora de cambiar esa situación. Una educación para todos, gratuita, de calidad, es la base del progreso, el mayor motor de movilidad social y abre las puertas de las oportunidades para los colombianos. Es además la mejor semilla para la paz.

Esa ha sido mi convicción profunda. Por eso, desde el 2010 hice de la educación una prioridad absoluta de mi gobierno.

En estos 7 años de gobierno hemos invertido –oígase bien— 212 billones de pesos para fortalecer la educación. Casi el doble de lo que recibe cada año el gobierno nacional por impuestos.

Es la inversión más alta en la historia del país y, aunque todavía nos falta camino, me alegra decir que hemos sido el primer gobierno en hacer de la educación el sector con más peso en el presupuesto de la Nación. Ya completamos 4 años.

Hemos invertido en los tres aspectos claves para mejorar la educación: Oportunidades de acceso, calidad, e infraestructura.

Aprender arranca desde que se nace. Por eso pusimos en marcha una política integral para la primera infancia, que bautizamos de Cero a Siempre.

Desde 2011 decretamos la gratuidad educativa. Ocho millones de niños van a los planteles oficiales desde transición hasta el grado 11 sin pagar un peso. Nunca más una madre tendrá que decir que no puede mandar a sus hijos al colegio por falta de plata.

Muchos papás me decían “Presidente gracias por la educación gratis pero no tengo plata para los libros de mi hijo”. Pues bien, decidimos entregar los textos a los niños. Ya hemos entregado 37 millones de textos de lenguaje y matemáticas. Este año entregaremos otros 11 millones.

En la era de la tecnología del conocimiento también era necesario romper el muro. Hemos dado 2.5 millones de tabletas a niños de escasos recursos para que puedan beneficiarse de las maravillas del Internet.

Como un niño con hambre no aprende, fortalecimos el Plan de Alimentación Escolar. Ahora entregamos más de 5.7 millones de raciones diarias en todo el país.

Por falta de recursos, durante mucho tiempo los niños iban solo medio día -o menos- a clase. Si queremos equidad, eso había que cambiarlo. Pues lo estamos haciendo. Con la Jornada Única, más de 500 mil estudiantes ya tienen ocho horas diarias de clase.

La Jornada Única requiere más aulas para acoger a todos los estudiantes. La calidad necesita aulas modernas y bien dotadas. Por eso decidimos construir 30 mil aulas de aquí a 2018. Ya hay cerca de 10 mil construidas y otras 10 mil contratadas.

¡Sin esas nuevas inversiones, construirlas al ritmo que traíamos antes nos hubiera tomado 80 años!

En cuanto a la educación superior, en 2010 apenas 1 de cada 3 muchachos tenían acceso. El año pasado logramos que 1 de cada 2 pudiera hacerlo. Y vamos a seguir aumentando esa proporción.

El ICETEX ha concedido créditos a 411 mil jóvenes para que hagan sus estudios de pregrado y posgrado en el país y en el exterior.

Y claro: no puedo dejar de mencionar el programa Ser Pilo Paga, que hoy ya tiene a más de 30.500 pilos de los estratos más bajos estudiando en las mejores universidades –y para el próximo año nos propusimos superar los 40 mil pilos–.

Es en todas estas cosas –reales, visibles—que hemos invertido esos 212 billones de pesos.

¿Falta camino por recorrer? Por supuesto. Muchísimo. Pero hemos avanzado. Hoy tenemos mayores oportunidades, mejor calidad, mejores colegios.

Gracias a esto la cobertura educativa es del 97.4% y los resultados de las pruebas de calidad, nacionales e internacionales han mejorado significativamente.

Ahora, en una Colombia sin conflicto, gracias a la paz, la educación debe y puede seguir siendo la prioridad de los colombianos.

No podemos abandonar ni bajar la guardia en este propósito. ¡Yo NO LO HARÉ!

En esta tarea, debemos seguir trabajando juntos maestros, padres de familia, estudiantes y Gobierno. Hasta el último día de mi gobierno trabajaré sin descanso por la educación de nuestros hijos y nuestros jóvenes.

¡Con paz haremos más!".