Papa Francisco defenderá a los migrantes durante visita a Marsella

El papa Francisco visita esta semana Marsella, en el sur de Francia, en donde se espera que haga un llamado a la compasión por los migrantes que arriesgan su vida en el Mediterráneo para alcanzar Europa.

La visita se da en esta zona de francesa que es una puerta histórica de entrada para los migrantes y en donde el sumo pontífice abordará también las causas de este fenómeno; desde la pobreza al cambio climático.

La visita coincide con un aumento del número de llegadas de migrantes a Italia, que ha reavivado el viejo y amargo debate sobre las políticas de asilo de los países europeos.

El papa de 86 años, se encuentra débil de salud y al volver de Mongolia este mes reconoció que los viajes papales ya no eran tan fáciles como antes.

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Pero continúa desplazándose a menudo, centrándose en lo que el Vaticano llama las periferias: pequeñas comunidades católicos en países lejanos.

En medio de su agenda, se espera que tenga un encuentro con obispos y jóvenes católicos de la región mediterránea.

"Iré a Marsella, pero no a Francia", dijo el papa argentino en agosto, a pesar del riesgo de ofender a los católicos franceses, particularmente el ala conservadora, que considera excesivos sus mensajes de compasión hacia los migrantes.

Esta ciudad portuaria es un destino clave de muchos migrantes en el norte de África. También presenta algunos de los barrios más pobres del continente, muchos plagados por el narcotráfico.

El Mediterráneo es un cementerio

El evento "Mediterranean Meetings" (Encuentros mediterráneos) de Marsella tratará asuntos como la desigualdad económica, la migración y el cambio climático.

Se espera que el papa hable con los obispos del norte de África para abordar en particular los desafíos en esa zona.

"El Mediterráneo es un cementerio. Pero no el más grande: el cementerio más grande es el norte de África", dijo Francisco a la prensa en agosto.

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"Es terrible. Por eso voy a Marsella", añadió.

El papa iniciará su visita en la basílica de Notre-Dame de la Garde, un monumento simbólica que domina la ciudad, donde realizará una plegaria con el clero el viernes por la tarde.-