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La Reina Isabel II murió el pasado 8 de septiembre a sus 96 años, sin embargo, recientemente se publicó una biografía de la monarca en la que se afirma que en los últimos meses de vida, la soberana estaba sufriendo de cáncer de médula ósea.
“Había oído que la reina tenía una forma de mieloma, cáncer de médula ósea, lo que explicaría su cansancio y pérdida de peso y esos 'problemas de movilidad' de los que a menudo nos hablaron durante el último año de su vida”, dice el texto llamado 'Isabel: un retrato íntimo' del autor Gyles Brandreth, un amigo del príncipe Felipe.
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Reveló que el síntoma que más presentaba la reina era el dolor de huesos, especialmente en la pelvis y la parte baja de la espalda.
Además, señaló que Isabel II tenía días con poca energía, sin embargo, siempre decía que debía estar ocupada después de la muerte de su esposo, Felipe de Edimburgo. En los días que la soberana más longeva del Reino Unido se sentía débil, dedicaba su tiempo a ver la serie de televisión policíaca 'Line of Duty'.
Por otro lado, a finales del mes de septiembre, el Registro Nacional de Escocia (Reino Unido) anunció que la Reina Isabel II, murió a causa de la vejez, pero no dio más detalles sobre lo que tenía la monarca.
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