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La organización no gubernamental independiente venezolana, dedicada a analizar la situación de los derechos humanos en Venezuela, corroboró que venezolanos compran alimento para perros "para ser empleado en el consumo humano".
Según publica la ONG Provea en su portal web, "se constató que muchas personas llevaban las llamadas 'salchichas para perros', cuyo contenido está compuesto por huesos de pollo triturados, mezclados con otras partes no comestibles del pollo, que es envasado como un embutido y vendido de manera congelada".
Según el informe varias personas confirmaron que lo adquirían y preparaban posteriormente para consumo humano. Según los testimonios "lo mezclaban con huevo revuelto o lo sofreían para revolverlo con arroz".
El portal de Provea destaca que, de igual forma, un reportaje del diario El Universal registró la denuncia sobre personas que consumen alimentos para perros, debido a la fuerte crisis económica en la que se encuentra el país vecino.
Comprar e ingerir alimentos para animales se ha convertido en una práctica “normal” para muchos venezolanos en el país, ya que la escasez y altos costos de los productos afecta el estilo de vida y hábitos de alimentación de las personas. Uno de los principales alimentos para animales que suelen consumir las personas es el arroz picado por ser más económico y rendidor a la hora de comer, pero a este producto se suman las salchichas para perros”, señala el informe.
El Universal no se queda ahí y señala que la ingesta de estos alimentos puede ser nociva para la salud de los venezolanos. El medio señala que “el doctor Manuel Hernández, médico de Salud Miranda, indicó a través de una página web que en el caso del arroz picado este rubro no cumple con las condiciones óptimas de salubridad, ya que es un subproducto y deshecho del arroz que contiene bacterias que en el proceso de producción puede caer al suelo y contaminarse con orina de roedores.
Por su parte, la nutricionista Yazarenit Mercadante, de la Fundación Bengoa, explicó que estos tubos congelados están hechos, principalmente, con cartílago, piel, huesos y plumas del pollo. "Además, pueden estar contaminados con partículas de todo tipo que emana el animal cuando no es tratado adecuadamente”.
Provea destaca que el hecho de que los venezolanos estén consumiendo alimentos para animales es una "consecuencia de la violación del derecho a la alimentación por parte del Estado, de no tomar las medidas para garantizar el acceso de la población a productos de la dieta básica, de manera segura y a precios accesibles".
