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Pedro Santos contó lo difícil que le resultó confesar su homosexualidad   

“Es importante entender qué hay detrás de la homosexualidad y hablarlo en familia”, aseguró el hijo de Pacho Santos.

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Actualizado:
Martes, Septiembre 25, 2018 - 13:02
Pedro Santos, hijo de Pacho Santos
Pedro Santos, hijo de Pacho Santos
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Si algo ha tenido claro Pedro Santos, hijo del embajador de Colombia en Estados Unidos, Francisco Santos, es que no guardará silencio en defensa de la igualdad frente a la comunidad LGBTI, pese a que tenga que oponerse a lo que políticamente promueve su padre.   

Así lo demostró Pedro en una columna de opinión donde se remontó a los años en que confesó a su familia que era homosexual donde, según él, no fue nada para nada fácil quitarse esa “encrucijada en el alma”

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A los 15 años hablé con mis padres sobre mi homosexualidad. Llevaba una encrucijada en el alma y no hallaba dónde esconderla. Tenía que explicarle al mundo algo que era muy natural para mí. Debía justificar mi existencia y rogar que la gente entendiera. No era suficiente ser un adolescente hormonal, debía enfrentarme al escrutinio público y a la posibilidad de ser anulado”, explicó. 

En el mismo sentido, Pedro Santos admitió que no le resultó fácil buscar a alguien que en su adolescencia “sintiera y amara” como él lo estaba haciendo. 

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No tenía referentes sobre cómo se vive al ser homosexual. La única posibilidad de tener contacto con la gente, que en ese momento se sentía igual que yo, era en lugares demasiado sórdidos para un niño de 14 años. Mientras mis compañeros vivían el inicio de su adolescencia, yo exploraba mundos peligrosos, ajenos al mío. Buscaba a alguien como yo, que sintiera como yo, que amara como yo”, manifestó. 

Pedro Santos, de acuerdo al texto publicado en Semana, aún lleva grabado en su memoria el momento en que su mamá le respaldó y acompañó tras la confesión sobre su condición sexual.   

“‘Mi amor por ti está intacto, me asusta el mundo al que estás entrando. La soledad, las drogas, tantas cosas que no quiero que vivas’, me dijo mi mamá”, recordó. 

Y agregó: “Estas palabras aún las llevo conmigo. Esos miedos, que muchos padres sienten, son el resultado de la negación de la sociedad y de la discriminación. Las vidas de muchos niños, que solo buscan hallar su identidad y su lugar en el mundo, no serían tan oscuras y desesperadas si en sus casas se hablara con normalidad del tema. El silencio y la discriminación nos vulneran y convierten en cómplices a quienes no dicen nada”. 

Además, Pedro dijo que le hubiera gustado haber crecido como los demás jóvenes, sin miedo a que le pegaran por decir que le gustaba un hombre o sin tener que pensar en cómo caminaba y en el tono de la voz.  

Algún día soñé con ser bailarín, pero me sentí aterrado y no volví a hablar del tema. En algún momento me enamoré y lloré al pensar que amar así estaba mal y que jamás iba a conocer el amor. Los tiempos han cambiado. Superamos la negación y entramos en la discusión del tema. Aún nos queda mucho por hacer, sobre todo en este país donde preferimos juzgar a entender. Pero negar los avances es imposible. Es importante entender qué hay detrás de la homosexualidad y hablarlo en familia. No hay decreto que nos proteja si las palabras y las acciones siguen siendo hirientes”, sentenció. 

Finalmente, Pedro Santos admitió que hoy el tema de los LGBTI ha empezado a dejar de ser un tabú porque hay una “transformación que con el paso del tiempo –a veces más interno que externo– me ha hecho saber que nada es estacionario, y que por más reversazos que se hayan dado, las cosas han mejorado”. 

Fuente:
Sistema Integrado Digital