La FM en Google News
Muchos se preguntan qué es de la vida de Jair Santrich, ganador de un concurso de música en la televisión colombiana que poco suena hoy en día en la radio. Y la pregunta es más de fondo al saber que el segundo en ese mismo reality, el famoso Jessi Uribe, sí es toda una celebridad.
Jair, de acuerdo a lo que se ha conocido, en desarrollo de su vida artística confió en amigos que al final no resultaron ser tan amigos y que terminaron perjudicándolo.
“Esta persona tomó el rumbo de mi carrera y de cierta forma no me dejó brillar. No solamente me afectó en la parte artística sino en la parte personal. Un trauma que hasta ahora vengo superando”, sostuvo en La Movida.
Cansado de no sonar en la radio y que su competencia –el cantante Jessi Uribe, a quien le ganó un reality de música– decidió desligarse de esa compañía y esto no le salió muy bien por los términos económicos.
“Llegamos a un acuerdo en que le di $40 millones y tenía que pagarle con presentaciones, algo que incluía que yo pagaba los músicos, un monto que podía sumar más o menos $64 millones. Además, me hacía firmarle unos derechos de autor al cederle mis facultades de compositor”, señaló.
Pese a que venía de ganarse el concurso, dinero con el que compró un apartamento y le quedó una plata extra, todo quedó en esa persona.
“Lo que más me dolió fue mi hija porque me dejó sin un solo peso en la cuenta y tenía cosas muy importantes que darle en 2018… no pude hacerlo. Tenía planes con mi pareja y también me tocó aplazarlas. Me duele contarlo no por el dinero sino porque una persona no tuvo la capacidad de entender que por un contrato estaba acabando conmigo y perjudicó a mi familia”, dijo entre lágrimas.
Y después de superar esas dificultades con ese representante, la mala suerte para el cantante volvió al conocer a un sujeto que también le causó dificultades.
“Conozco a un señor que se llama Sergio Gualdrón, alguien que es un estafador. Me llamó para que hiciéramos una sociedad donde yo soy inversionista y soy artista. Al poco tiempo me llegó con unos contratos y pensé que todo iba por buen camino. Sin embargo, pasó el tiempo, me pidió más plata y después de recibir el dinero se desapareció”, explicó.
En total, de acuerdo a Jair Santrich, esa nueva ‘mala jugada’ profesional y económica le costó $170 millones que perdió por estar –según él– haciendo caso a una persona que es un “estafador”.
Ahora las riendas de su carrera las lleva su esposa. Con esa nueva ruta va a viajar a Ecuador y Canadá, donde iniciará un proceso de relanzamiento de su carrera musical.
“Quiero que los que preguntan por mi ya no critiquen y comprendan a las personas. Tuve una enseñanza en mi vida muy grande y aprendí de Dios que solo debo confiar en mi familia”, agregó.
