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Ben Miller y Ryan Lowry fueron los fotógrafos encargados de realizar esta sesión.
La revista Playboy decidió ofrecerle un homenaje a un grupo de siete “conejitas” que protagonizaron icónicas portadas que salieron a la venta hace 30 años.
El concepto de este homenaje se centra en destacar que la belleza no se ve afectada por el tiempo y que las mujeres son un símbolo de empoderamiento, porque son dueñas de su propio destino.
En las fotografías, las modelos imitaron la misma pose que hicieron hace tres décadas.