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Luis Bedoya reconoce que recibió sobornos entre 2007 y 2015

El exdirigente de la Federación Colombiana de Fútbol comparece por el FIFA Gate.

Actualizado:
Lunes, Noviembre 27, 2017 - 07:45
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Luis Bedoya, expresidente de la Federación Colombiana de Fútbol / Colprensa

El expresidente de la Federación Colombiana Fútbol Luis Bedoya declaró como testigo en el caso Fifagate en Nueva York, donde confirmó que recibió sobornos desde 2007 hasta 2015 y además inculpó a otros dirigentes del continente, como a Luis Chiriboga, expresidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol.

Bedoya testificó en el juicio por el caso de Fifagate y confirmó que recibió sobornos por parte Mariano Jinkis, codueño de Full Play, quien quería tener el negocio de los derechos de televisión de la Copa América. El periodista Ken Bensinger, presente en la declaración, fue quien confirmó la información. Bedoya dijo que aceptó sobornos “aproximadamente del 2007 hasta el año 2015. Añadió que se rindió voluntariamente al gobierno de Estados Unidos en finales de 2015, sin que había ningún cargo en su contra”, explicó el periodista Ken Bensinger.

A través de la información que entrega el periodista presente en la declaración, Ken Bensinger, se pudo conocer que Bedoya, además, inculpó a otros dirigentes del fútbol del continente asegurando que varios de ellos recibieron dineros de parte de Mariano Jinkis. “Además de él, vinculó a Angel Napout, expresidente de la Conmebol, Manuel Burga, expresidente de la Federeción Peruana de Fútbol, y Luis Chiriboga, expresidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol Dijó que Juan Angel Napout y Manuel Burga también aceptaron sobornos en conspiración con él, pero no mencionó Jose Maria Marin como corrupto”, publicó en su cuenta de twitter Ken Bensinger.

El expresidente de la Federación Colombiana de Fútbol confirmó, además, que él ya tenía relación con la empresa Full Play ya que en varios oportunidades ésta le ayudó comercializando partidos amistosos de la selección nacional y por ello el vínculo era fuerte. “Bedoya ya tenía relación con Full Play, porque la empresa había comercializado algunos amistosos de la selección Colombiana. Y Jinkis le dijo que Full Play podía hacer mejor negocio con la Copa America que Traffic, la empresa Brasileña que controlaba los derechos al torneo”, revelado por Ken Bensinger.

Según lo que dice, Bedoya en la declaración, Full Play, dirigida por Mariano Jinkis, pagaría a cada uno de los dirigentes una cifra que oscilaba el millón de dólares y que se pagaría en dos plazos a cambio de la firma sobre los derechos de la Copa América en 2010. “Se habló de que podría ser de un millón de dólares, un millón para cada presidente, pagado en dos cuotas de US $500,000”, según lo que escribió el periodista Ken Bensinger.

El escándalo

La Copa América, la Copa Oro, amistosos internacionales, elecciones de sede para Copas del Mundo: casi nada se salvó de las fauces de 42 dirigentes corruptos y empresarios deportivos del fútbol de las Américas, una trama de irregularidades en la FIFA que provocó la caída de Blatter.

El 'Fifagate', la mediática megacausa que sacudió los cimientos del fútbol mundial a finales de mayo de 2015, destapó múltiples actividades criminales de las entonces cúpulas de la Conmebol y la Concacaf.

Estados Unidos acusó a los imputados de crear y poner en marcha un multimillonario esquema de corrupción que incluyó, entre otros delitos, pagos de sobornos por millones de dólares para vender derechos de televisión y comercialización de torneos y amistosos internacionales, siempre utilizando el sistema financiero de ese país.

En Nueva York tres altos dirigentes deportivos irán a juicio tras haberse declarado inocentes, entre ellos Luis Bedoya.

Ellos son el paraguayo Juan Ángel Napout, expresidente de la Conmebol y exvicepresidente de la FIFA; el brasileño Jose María Marín, expresidente de la Confederación Brasileña de Fútbol y expresidente interino de la Conmebol, y el peruano Manuel Burga, expresidente de la Federación de su país.

Napout, de 59 años, extraditado a Estados Unidos el 15 de diciembre de 2015 desde Suiza, adonde había sido detenido 12 días antes, goza de libertad restringida bajo el pago de una fianza de 20 millones de dólares. Cumple arresto domiciliario en Miami con vigilancia electrónica las 24 horas.

Marín, de 85 años de edad, extraditado también desde Suiza en noviembre de 2015 luego de ser arrestado en mayo de ese año, pagó una fianza de 15 millones de dólares para quedar en arresto domiciliario en Nueva York, también con monitoreo electrónico las 24 horas.

Burga, de 60 años, extraditado desde Perú en diciembre de 2016 cuando cumplía un año de prisión en Lima, reside en Nueva York en libertad bajo fianza -presentó como garantía inmuebles de familiares que viven en Estados Unidos- con comparecencia restringida.

Así cayeron

Napout y su homólogo hondureño en la Concacaf, Alfredo Hawit, fueron detenidos en Zúrich el 3 de diciembre de 2015, irónicamente cuando la FIFA había convocado a su comité ejecutivo para centrarse en las reformas planeadas para devolverle la credibilidad al organismo rector del fútbol.

En esa causa también fueron imputados 14 reconocidos dirigentes, como el brasileño Ricardo Texeira, expresidente de la Confederación de su país y exvicepresidente de la FIFA, y el expresidente de Honduras (1990-1994) Rafael Callejas, extitular de la Federación de su país y miembro de la comisión de marketing de la FIFA.

Igualmente, los argentinos José Luis Meiszner y Eduardo Deluca, secretario general y exsecretario de la Conmebol respectivamente; el brasileño Marco Polo del Nero, jefe del fútbol de su país; los bolivianos Carlos Chávez, tesorero de la Conmebol y expresidente de la Federación de su país, y Romer Osuna, extesorero del fútbol sudamericano y miembro del comité de auditoría de la FIFA, el ecuatoriano Luis Chiriboga, máximo responsable del fútbol en ese país, y el peruano Burga.

Además de Callejas y Hawit, cinco dirigentes de la Concacaf también fueron imputados. Semanas antes de que se destapara esta olla, los entonces presidentes de la Federaciones colombiana y chilena, Luis Bedoya y Sergio Jadue, el primero miembro del comité ejecutivo de la FIFA y el segundo vicepresidente de la Conmebol, renunciaron sorpresivamente a sus cargos y viajaron a Estados Unidos para declararse como testigos ante la Justicia de ese país a cambio de condenas benévolas.

Ambos directivos fueron imputados en la orden judicial de diciembre y gozan actualmente de la libertad bajo fianza.

Estalla el 'Fifagate'

La primera bomba del 'Fifagate' estalló en Suiza el 27 de mayo de 2015, dos días antes del 65 congreso de la FIFA en Zúrich y en el que sería reelegido Joseph Blatter para un quinto mandato.

A pedido del Departamento de Justicia de Estados Unidos fueron arrestados el uruguayo Eugenio Figueredo, en ese entonces vicepresidente de la FIFA y expresidente de la Conmebol y la federación (AUF) de su país; el venezolano Rafael Esquivel, presidente de la Federación vinotinto, y el brasileño Marín, quien también era miembro del comité de organización de la FIFA para el fútbol olímpico en Rio-2016.

Por la Concacaf fueron capturados su entonces máximo responsable y vicepresidente de la FIFA, Jeffrey Webb, y tres dirigentes más.

Retirados del fútbol unos años antes, también fueron imputados el paraguayo Nicolás Leoz, expresidente de la Conmebol, y el trinitense Jack Warner, expresidente de la Concacaf, además de cinco importantes empresarios de marketing deportivo.

Una semana después de esos arrestos la onda expansiva del escándalo de corrupción alcanzó a Joseph Blatter. El quinto mandato del suizo, en la presidencia de la FIFA desde 1998, era insostenible.

La caída del hombre más poderoso del fútbol mundial también precipitó otras con el tiempo: la del secretario general de la organización, Jérôme Valcke, en septiembre de 2015, y en enero de 2016 la del entonces presidente de la UEFA, el francés Michel Platini, quien aspiraba al trono que Blatter dejaba vacante.