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La clavadista brasileña Íngrid de Oliveira protagoniza escándalo en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Todo empezó cuando Giovanna Pedrosa, su compañera de habitación y de saltos, le informó a la delegación olímpica de su país que Íngrid la había sacado del cuarto porque tendría relaciones sexuales con el remero Pedro Gonsalves, también integrante del equipo anfitrión de las justas.
De acuerdo con varios medios brasileños, Giovanna dio aviso del caso porque al otro día competían y necesitaban descansar. Plata en los Juegos Panamericanos de 2015, Íngrid y Giovanna acabaron últimas en la clasificación prueba de plataforma de 10 metros, cuando las expectativas que pesaban sobre ellas eran todas por los buenos resultados que estaban cosechando antes de los Olímpicos.
Según el periódico Lance, aunque era inminente la expulsión de las justas de Íngrid de Oliveira, el Comité Olímpico Brasileño (COB) discutió el error disciplinario de la deportista y decidió no tomar medidas punitivas.
Pedro Gonsalves, primero a la izquierda. Los acompaña Íngrid de Oliveira
