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Las inversiones de EPM en el extranjero están en el ojo del huracán por el hallazgo fiscal de la Contraloría de Medellín que cuestiona los exorbitantes sobrecostos en la construcción de una hidroeléctrica en Panamá, llamada Bonyic.
Según el ente fiscalizador, las obras pasaron de un valor presupuestado de 50 millones de dólares a 314 millones de dólares en su culminación en 2015, es decir, un incremento de casi seis veces, lo que despertó los cuestionamientos del Concejo de la ciudad.
El gerente de EPM, Jorge Londoño de la Cuesta, reconoció que este sobrecosto se debió a tres sucesos: las demoras en la licencia ambiental por parte del Gobierno panameño, problemas geológicos que se hallaron en las excavaciones y, la más relevante, una avalancha que obligó a modificar la construcción de la casa de máquinas.
Para la concejal de Medellín, María Paulina Aguinaga, este hallazgo de la Contraloría es la "Reficar antioqueña", pues el costo de la hidroeléctrica fue un 528 por ciento superior al presupuestado inicialmente. La corporada recordó que ya había citado a dos debates para investigar este sobrecosto, por lo que exigió respuestas claras del alcalde Federico Gutiérrez y del gerente de EPM, Jorge Londoño de la Cuesta.
La Contraloría abriría un juicio de responsabilidad fiscal a este proyecto, como actualmente se adelanta por el alto precio pagado por la filial Aguas de Antofagasta en Chile, inversiones que juntas suman el billón de pesos; la misma cantidad que EPM transfiere de ganancias cada año a la Alcaldía de Medellín.
