La oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos lamentó la muerte de los indígenas Gersaín Cerón, Marco Aurelio Díaz y Willington Quibrecama Nequirucama, ocurridas en el contexto de la protesta social que se lleva a cabo en el país.
Mediante un comunicado, indicó que "estos hechos deben ser plenamente esclarecidos por las autoridades judiciales; nuestra oficina les ofrece todo su apoyo. Es imperativo adoptar todas las medidas para evitar que se repitan situaciones como estas".
Finalmente, manifiestó que la construcción de una paz sostenible y duradera depende del seguimiento, cumplimiento y evaluación de los diferentes compromisos adquiridos por las Partes en el pasado; "las partes deberán propender por la creación de escenarios de discusión y disenso político y técnico diferentes a los actuales, en los que prime el diálogo constructivo por sobre el desconocimiento del otro y la violencia", señala el comunicado.