Las cinco formas de lograr mejores orgasmos
Sexólogos así explicaron los diferentes medios para llegar a ese anhelado clímax.
El sexo es como beberse una copa de vino. Se resume en tres fases: Visual, olfativa y gustativa. En cada etapa se analiza su respectiva esencia con el fin de consumirla, disfrutarla, convertirla únicamente en placer. Un placer llamado orgasmo.
Algunas personas hablan de 'tipos de orgasmos', pero en realidad lo que existen son muchas maneras de llegar a él, pero orgasmo solo hay uno. El doctor en sexología Fernando Rosero Mera en diálogo con RCN Radio, explica que "el orgasmo es uno solo y lo que en realidad existen son diferentes formas de alcanzarlo, lo puedes tener por estimulación directa de la zona genital o de la coital - vaginal, también por estimulación coital - anal o por la reacción de cualquier parte sensible de la persona".
Es de resaltar que el orgasmo es una vivencia personal "en función de la repuesta y vivencia de cada uno en concordancia con tres factores: biológicos, sicológicos y sociales". No existe una sola técnica que sea la verdad absoluta en cuanto al sexo, todo depende de las preferencias individuales, pero sí se puede hablar de algunas guías que lo ayudarán en la búsqueda de una buena respuesta orgásmica.
En diálogo con RCN Radio, La experta en sexología y psicología Carmen Larrazábal (@DraCarmenL) expresa, "Hay mujeres que tienen un orgasmo por penetración, otras pueden obtenerlo por la estimulación directa del clítoris (...) todas estas formas son posibles, pero a juicio nuestro cada uno responde de forma fisiológica diferente. Aunque se dice que son solamente hay cinco formas de tener orgasmos, yo sumaría otros que no son tan comunes como por ejemplo, el orgasmo a través del contacto de nuestra piel o por la succión de los pezones y la estimulación de la parte baja de la axila, esto puede contribuir a que la sensación placentera sea cada vez mejor".
Teniendo esto cuenta, aquí están las cinco formas más comunes de llegar al orgasmo:
Orgasmo clitoriano: "Se logra con una estimulación directa del clítoris, ya sea provocada por un roce, sexo oral, juguetes sexuales o simplemente por la fricción con el pubis en poses sencillas como 'el misionero' o 'la profunda'", expresa Larrazábal.
El clítoris tiene aproximadamente ocho mil terminaciones nerviosas, lo que lo hace la parte más sensible del cuerpo femenino. Nada más la punta del clítoris tiene el doble de terminaciones nerviosas que el pene, un estímulo directo sobre él provocará un buen orgasmo.
Orgasmo vaginal: Aquí existe también una estimulación sobre las prolongaciones internas del clítoris, pero esta es de forma indirecta, ya sea con el roce del pene o de los dedos.
Pero, además, para lograr un orgasmo vaginal "es necesario que se generen movimientos importantes como cambio en el ritmo y la velocidad, también cambios en la presión del pene". Se llegará al clímax en la medida que se sepa estimular de una buena manera este canal vaginal.
Orgasmo cervical: Se produce por el contacto del pene con el cuello uterino o los fondos de saco que lo rodean y que se encuentran al fondo de la vagina. Lo que se genera aquí es la presión del pene con las extensiones internas del tejido del clítoris que llegan hasta esas profundidades, sin embargo, es diferente del orgasmo clitoriano y al vaginal.
La información sensorial proveniente de la vagina y del cuello uterino se comunica de forma directa con diferentes nervios. Para alcanzar un orgasmo cervical se debe estimular por medio de masajes o caricias el cérvix y se necesita por supuesto, primero, conocer muy bien su cuerpo y segundo, guiar a su pareja para que encuentre el punto indicado.
Una de las mejores posiciones para hacerlo es la 'del perrito' o 'el misionero', con las piernas inclinadas en 90 grados. Siempre con penetraciones muy profundas, que es la clave de todo esto.
Orgasmo mixto: Se denomina así por la sensación intensa que proviene del clítoris y las contracciones vaginales. Es como una mezcla del orgasmo clitoriano y el vaginal.
"Durante la etapa de exitación se producen unos cambios en la turgencia de los tejidos, sumado con la presión sanguínea y la contracción de los músculos del periné, lo que permite o prepara la zona para un derroche del placer que incluso se extiende hacia todo el cuerpo y por eso sentimos a veces que se nos pone la piel de gallina o las pulsaciones del corazón aumentan".
Por último, tenemos el orgasmo mental: Sí, así suene descabellado, el poder de la mente no tiene límites. "Se cree que el 1 o el 2 por ciento de las mujeres logran tener un orgasmo mental, la respiración, las fantasías , y la contracción de los músculos de la pelvis nos pueden ayudar a alcanzarlo. Solo necesitamos de una disposición especial para lograrlo".
No solamente los orgasmos son producto de una penetración que es a lo que la mayoría le apunta, si bien la estimulación de los genitales produce estas respuestas, existen también otras zonas erógenas en el cuerpo que dan un placer máximo y que son desconocidas para muchos. Todo es cuestión de conocerse muy bien.