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Universidad española estudiará revocar condecoración a Uribe

El expresidente Álvaro Uribe Vélez emitió una carta en la que pide se dé claridad al tema y se pase de aplazar a revocar la distinción.

Publicado:
Actualizado:
Lunes, Junio 27, 2016 - 08:07

La comunicación:


 


"Comunicado sobre la anulación del acto de entrega de la Medalla de la UIMP a Álvaro Uribe 


 


El equipo de gobierno de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo jamás ha admitido presiones a su libertad de cátedra ni en lo que respecta a los reconocimientos que otorga la institución ni en lo referido a ningún otro aspecto de su actividad académica. La anulación del acto de entrega de la Medalla de Honor de la UIMP al expresidente de Colombia Álvaro Uribe responde única y exclusivamente, como ya se explicó en un anterior comunicado, a la coincidencia de este acto con circunstancias extraordinarias en Colombia. 


 


Desde su libertad de cátedra decidió el equipo de gobierno de esta Universidad la concesión de la distinción y, desde esa misma libertad de cátedra, ha estimado oportuna la anulación del acto de entrega para evitar que se pueda dar una interpretación política a una convocatoria de carácter estrictamente académico.


 


La UIMP toma en consideración la petición de revocación de la Medalla realizada por el señor Uribe Vélez y la debatirá y en su caso aprobará en un futuro Consejo de Gobierno."


 


La anterior comunicación se dio luego de que Uribe emitiera la siguiente carta:


 



"Carta al rector de la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo


 


Bogotá, 26 de junio de 2016


 


Don César Nombela


 


Rector


 


Universidad Internacional Menéndez y Pelayo


 


Señor Rector:


 


Me sentí muy sorprendido por la condecoración de la Universidad que nunca busqué y he recibido con tranquilidad su comunicado sobre el aplazamiento y nuevas consultas. Mi inicial sorpresa se tornó en orgullo al leer que usted nunca acepta presiones como lo enfatiza en su declaración para responder al izquierdismo totalitario que protestaba por la distinción que se me confería, que incluía la voz del asesor del grupo narco terrorista Farc. Y ahora, al conocer que la fortaleza no existe, me siento mucho mejor al no recibirla y pedirle que se evite las consultas sobre aplazamiento y la de por revocada.


 


En efecto, la tolerancia necesita fortaleza para defender las convicciones y para no confundir el respeto a la opinión ajena con la debilidad para claudicar ante la intimidación.


 


Y en Colombia estamos ante el caso de un gobierno que cimenta la tolerancia en la indulgencia con el narcoterrorismo. Se confunde la paz con la ausencia de cárcel a los cabecillas del mayor cartel de cocaína del mundo, responsable de miles de secuestros, de reclutamiento, violación y asesinato de niños, carros bomba, y de toda clase de atrocidades. Cuando el delito no ha tenido elegibilidad política en Colombia, la Farc es premiada con la excepción, su mérito consiste en haber coaccionado, secuestrado y asesinado a funcionarios públicos de elección popular. Y el terrorismo y el gobierno se lanzan en una histeria engañosa de paz semejante a los viejos zorros del comunismo que hacían de la paz la escala final para implantar la tiranía. A quienes disentimos en defensa de las libertades, como en mi caso, simplemente nos señalan de enemigos de la paz, lo menos que me han atribuido.


 


Los gobiernos que presidí, con mis errores y carencias, pusieron a Colombia en un sendero de mejoramiento de la seguridad y de ampliación de la economía y de las políticas sociales. El apoyo popular que teníamos determinó en 2010 la elección de actual presidente. Líderes de la oposición radical fueron rodeados de garantías efectivas que les permitieron ganar gobernaciones y alcaldías y desempeñarlas con todo el respeto de la autoridad nacional. Todo fue abierto al escrutinio ciudadano, no vacilamos en sancionar violaciones de los Derechos Humanos y en defender a las Fuerzas Armadas de la Democracia cuando aparecía la táctica de voceros de los criminales de hacer falsas acusaciones.


 


Señor Rector: cuando la universidad cede ante las presiones del totalitarismo renuncia a su deber de proteger la libertad de cátedra que es supuesto necesario para el avance de la ciencia en la construcción de grados de verdad. Fidel Castro y Hugo Chávez han implantado el adoctrinamiento, la consigna y la represión sanguinaria como sustitutos del libre examen. Muchos nos oponemos a que ese modelo se imponga en Colombia tras un falso concepto de paz.


 


Me apena haberle causado a usted la mortificación de otorgar una condecoración y defenderla. Le ruego dejarla revocada, evite hacer consultas sobre aplazamiento o anulación y si le fuera posible permita un debate sobre los temas de Colombia en ese claustro respetable,


 


Álvaro Uribe Vélez".


Fuente:
Sistema Integrado Digital