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Juan Mario Laserna, descrito a sí mismo

Este perfil fue escrito por el mismo exsenador y montado en la web que publicó cuando asumió como congresista.

Actualizado:
Domingo, Julio 24, 2016 - 18:59

He sido parte de la tecnocracia económica del país durante casi 20 años. Ingresé al ministerio de Hacienda en 1990 como analista en el Consejo Superior de Política Fiscal CONFIS. En ese momento mi interés principal, o mi “obsesión marcial” en términos de mi jefe Rudolf Hommes, era la relación entre civiles y militares, y la forma como se planificaba y se ejecutaba el gasto de inversión en defensa.


 


Trabajé con Rafael Pardo -primer civil ministro de Defensa- con quién elaboré el primer plan quinquenal de la fuerza pública en Colombia, Cuándo luego pasé a trabajar como asistente de Armando Montenegro -director de Planeación Nacional- participé en el diseño e implementación de la Unidad (hoy) Dirección de Justicia y Seguridad, en la cual se han formado muchos técnicos, directores generales e incluso viceministros civiles del Ministerio de Defensa Nacional.


 


Esos tres años, hasta 1993, dedicados al fortalecimiento de las fuerzas militares, fueron una labor pionera ya que constituyó el primer grupo de civiles que comenzó a involucrarse en gasto militar y en la construcción de una institucionalidad que le permitió a los civiles y militares discutir los temas de interés común de forma constructiva.


 


 


Consulte aquí: Falleció Juan Mario Laserna


 


Debido a mi experiencia en el Ministerio de Hacienda, en 1993 fui nombrado por el presidente Gaviria consejero presidencial para asuntos económicos. En este cargo manejé temas de la agenda económica y sobre todo muchas de las presentaciones y discursos del presidente.


 


Una vez terminado su mandato, el presidente Gaviria asumió como director de la OEA, ofreciéndome el cargo de secretario privado. Lo hice durante un año, hasta 1995, cuándo me retiré para estudiar en la Universidad de Stanford un MBA con énfasis en finanzas.


 


Luego regresé al país y participé en la campaña a la presidencia de Alfonso Valdivieso y luego en la de Andrés Pastrana. Al comienzo de la administración de este último asumí como viceministro de Hacienda del ministro Juan Camilo Restrepo, a quién le coordiné la agenda legislativa, sacando adelante la ley 617, que fue el verdadero ajuste fiscal de la economía, y otros proyectos de ley como el Fondo de Pensiones Territoriales. Igualmente fui encargado de parte del manejo del sector financiero teniendo, entre otros, que negociar con Lucho Garzón el paro nacional más largo de la historia del país -26 días- en noviembre de 1998 y desmontar y nacionalizar directa e indirectamente cuatro bancos.


 


A finales de 1999 fui nombrado director de Crédito Público dónde se obtuvieron grandes logros en términos de manejos de financiación del país, se extendieron las curvas de rendimiento y se reestructuró la deuda interna. Esto se hizo en años muy turbulentos, en los que entraron en default el Ecuador y otros países. En el 2001, cuando entró en default Argentina, Colombia pre-financió el 2002 y ganó el título como mejor emisor de deuda soberana.


 


A comienzos del gobierno del presidente Álvaro Uribe viajé al BID como especialista en mercados de capitales. Luego fui nombrado por el presidente Uribe como codirector en el Banco de la República, en su primera tanda de nombramientos en el año 2005. En este cargo promoví la investigación en pensiones, en portafolios, y acompañé al gerente del Banco en las decisiones difíciles que hubo que tomar. Fui además impulsor de la publicación al público de las minutas de las reuniones de la Junta del Banco.


 


Motivación Política


 


Como tecnócrata siempre argumenté que una de las fortalezas de Colombia era tener congresistas que entendían los temas y que estaban dispuestos a tomar decisiones difíciles en los momentos indicados. Por ello, el país evitó muchas veces un default.


 


Estos congresistas capacitados para sacar adelante los temas económicos han muerto o se han retirado del Congreso. Simultáneamente, la tradición de que técnicos pasaran a la política ha decaído, por lo que se necesitan interlocutores válidos y una renovación en el Congreso.


 


Igualmente, yo creo en un conservatismo que parte del principio de la realidad. Por eso no creo en un modelo teórico de desarrollo sino también me interesa ver cómo funciona la política social y las obras del Estado en la práctica. Por ello desde hace ya casi un año me estoy recorriendo el Tolima para conocer a fondo como funcionan sus realidades y sus diversos municipios, veredas y culturas, así como otras zonas del país como Putumayo, Caquetá, Meta, el Eje Cafetero y claro está Bogotá.


 


Apoyo Político


 


Me apoyan cuatro de los seis aspirantes a la Cámara y además he logrado lo impensable: unificar al partido conservador en el Tolima, por lo que me apoya el 90% de este partido allá.


 


Esto sin contar las numerosas simpatías que mi candidatura ha despertado en otros partidos como el liberal, el sector del voto independiente y por supuesto el voto de opinión a lo largo y ancho del país de la gente que reconoce mi hoja de vida impecable y mi profunda y totalmente transparente entrega al servicio del país.


 


Espero también con mi candidatura atraer a muchos de los potenciales votantes que por escepticismo o desilusión no han votado en las anteriores justas electorales. 


 


Mi lema podría ser: “la fuerza que construye”.


 


Elecciones Presidenciales


 


He venido trabajando en una campaña de ideas y quiero desarrollar  una agenda política con fuerza propia, independientemente de quién sea el presidente.


 


Mi posición es imparcial y pienso que para la construcción de un debate serio y una agenda económica sólida en el Congreso hay que enfatizar ideas y no nombres.


 


A que le apuesta


 


Yo le apuesto a dos fórmulas, por un lado mi preparación técnica y por otra el trabajo de campo. He estudiado el departamento en sus diferentes aspectos, desde La Colosa para entender el sistema hídrico, pasando por el campo de la producción de arroz, la minería y el triángulo del Tolima que es 82% indígena, hasta los problemas de desarrollo urbano como los que presenta la ciudad de Ibagué.


 


He querido acumular un conocimiento de la base para contribuir con soluciones reales a los numerosos problemas que presenta nuestra sociedad.


Fuente:
Sistema Integrado Digital