En esta Nota:
Breadcrumb node

Decretada calamidad pública en Buenaventura por falta de agua potable

La gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, sostuvo que lo urgente es garantizar los recursos mediante la declaratoria de calamidad pública y organizar el envío de vehículos cisterna que puedan suministrar agua.

Publicado:
Actualizado:
Viernes, Febrero 24, 2017 - 11:34
LLAVE-DE-AGUA-ACUEDUCTO-INGIMAGE.jpg

La crisis que impacta a más de 5.000 habitantes distribuidos en siete barrios de la localidad, provocó protestas en las últimas horas que impactaron en el transporte de la carga que ya comienza a represarse en la Sociedad Portuaria.

Para la mandataria regional, lo urgente es avanzar en la construcción de la planta de Venecia, cuya obra terminaría en marzo y entraría en funcionamiento en mayo, así como la planta de Escalerete que estaría operando en el segundo semestre de este año.

Con estas plantas estaríamos garantizando el agua en Buenaventura. Es decir, por más invierno o verano que haya, se continuaría con el servicio”, añadió Toro.

Entre tanto  continúa la ejecución de proyectos que debe financiar la Presidencia a través de un préstamo del BID por el orden de $50.000 millones para invertir en otras soluciones como redes de acueducto, para garantizar el servicio en todo el distrito de Buenaventura, señaló la funcionaria.

La gobernadora añadió que ya se ha consultado con el Ministerio de Vivienda y su Viceministerio de aguas para concretar de manera jurídica, la salida de Hidropacífico que opera el acueducto en el puerto.

“Es una empresa que no le ha prestado el servicio con calidad a los Bonavernses”, sostuvo.

En su defensa, las directivas de la empresa de servicios públicos explicaron que el río ha alcanzado niveles de 0.9 y 1.1 metros, cuando lo ideal es que se mantenga en los 1.5 metros con que se garantizaría la prestación idónea.

Ante la situación, el operador ha declarado la alerta naranja y ha solicitado a la Alcaldía gestionar la consecución de vehículos cisterna que puedan ayudar a mitigar la contingencia que ha desencadenado en el descontento y la reacción de la comunidad.