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La Ley Naranja aprobada en el Congreso, explicada por el senador Iván Duque

Tiene como objeto desarrollar, fomentar, incentivar y proteger las industrias creativas en el país.

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Jueves, Abril 27, 2017 - 12:21
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Iván Duque, congresista / Foto de Colprensa

La Ley Naranja aprobada en el Congreso, explicada por el senador Iván Duque

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La Ley Naranja, de iniciativa y autoría del senador Iván Duque, la bancada del Centro Democrático y el apoyo de diferentes sectores y partidos, fue aprobada el miércoles en el Congreso en último debate en plenaria de la Cámara de Representantes. La ley, que tiene como objeto desarrollar, fomentar, incentivar y proteger las industrias creativas en el país, impulsa aquellas industrias que generan valor en razón de sus bienes y servicios, así como en la creatividad y la cultura, los cuales se fundamentan en la propiedad intelectual.

El senador Iván Duque dijo sentirse “orgulloso de ver un proyecto que une a los distintos partidos en torno de lo que debe ser un mejor tratamiento a la cultura”. Esta ley “le da un fortalecimiento institucional para que el Ministerio de Cultura pueda coordinar a los demás ministerios que inciden en la planificación del país para que este sector aumente su peso y su importancia en el futuro de Colombia”, dijo el senador tras la aprobación de la ley.

Duque destacó que “esta iniciativa tuvo un respaldo multipartidista”. Y que en ella se acogieron las propuestas de distintos sectores:

“Este proyecto viene respaldado por el Ministerio de Cultura, donde se acogieron todas sus propuestas; viene acompañado por Cámaras de Comercio, por la Andi, por la Ola Naranja, el movimiento de creadores y de artistas que tiene la ciudad de Bogotá; así como también la tiene Medellín y otras ciudades”.

“Se han realizado conferencias en todo el territorio nacional donde se han escuchado facultades donde está saliendo este capital humano para la creatividad”, agregó el senador.

La ley, que fue aprobada con 80 votos a favor y cinco en contra, “no busca –dijo el senador– darle un sentimiento mercantilista a la cultura, todo lo contrario, está fortaleciendo todas las expresiones culturales de nuestro país, y lo hace empezando por la urgente necesidad de darle a Colombia una cuenta satélite de cultura que permita medir todos los sectores para que los colombianos entendamos su impacto social y su impacto en el devenir económico y el devenir comunitario”.

“La ley le dará a los departamentos y municipios la posibilidad de acceder a infraestructura cultural para que todas las expresiones artísticas puedan tener más espacios de participación”.

“La ley va estimular que, en la jornada única escolar, la formación artística tenga el mismo plano y en el mismo peso con otras fuentes de conocimientos, como lo han hecho otros países que le apuestan al capital humano”.

“Este proyecto le está dando a los emprendedores culturales la posibilidad de acceder a crédito de largo plazo y en mejores condiciones”.

“Este proyecto está permitiendo que la industria cultural y al mismo tiempo los artistas puedan beneficiarse del entorno cultural regional en la coproducción en la distribución en el manejo y lo que tiene que ver con la defensa de la propiedad intelectual y se le está dando vida al sello creado en Colombia”.

“Yo nunca me he rehusado al diálogo y estoy dispuesto a seguir dialogando y trabajando por los artistas y hoy lo haremos también en el senado cuando se discuta la ley que esta promoviendo la asociación de actores de Colombia. Estamos comprometidos con la cultura y la cultura tiene que ser algo que nos una y no que nos divida”.

Sobre la Ley Naranja

La ley contempla que el Gobierno Nacional otorgue incentivos para las personas naturales y jurídicas que ejerzan mecenazgo, patrocinio y/o auspicio, de las actividades definidas dentro de los sectores de la Economía Creativa.

Busca que, a través de la Financiera del Desarrollo Territorial (Findeter), se creen líneas de crédito y cooperación técnica para el impulso a la construcción de infraestructura cultural y creativa en los entes territoriales.

Los proyectos de infraestructura estarán orientados principalmente a infraestructura urbana que estimule estos sectores, infraestructura dedicada tales como museos, bibliotecas, centros culturales, teatros, y otros, e infraestructura digital tendiente a democratizar el acceso a conectividad e Internet de alta velocidad.

Igualmente promoverá la adecuada financiación que permita desarrollar la Economía Creativa. Para esto, el Banco de Desarrollo Empresarial y Comercio Exterior - Bancoldex abrirá líneas de crédito para emprendimientos creativos, a través de la Unidad de Desarrollo e Innovación (iNNpulsa Colombia), y el Fondo Emprender del Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena).

La ley naranja aporta herramientas a los elementos que conforman la materia prima naranja e impulsan su consolidación dentro de la economía colombiana.

La ley busca crear un ecosistema institucional que soporte la economía naranja, e implica generar un cambio estructural dentro de los sectores tradicionales.

Sobre la Economía Naranja

La economía naranja se compone por las industrias creativas como el cine, la música, la arquitectura, el diseño, los festivales y carnavales. En total abarca cuatro grandes sectores: el patrimonio ancestral, las artes visuales y escénicas, los medios como la televisión y la radio, y las creaciones funcionales como la arquitectura y el diseño.

Colombia tiene un sector cultural y creativo que representa más del 3 por ciento del PIB (Producto Interno Bruto), según la Organización Mundial de Propiedad Intelectual. Este aporte es mayor que el que hace el café y la minería al PIB.

La estrategia para que se implemente la Ley Naranja será a través de las 7i (Información, Instituciones, Industria, Infraestructura, Integración, Inclusión, Inspiración)

Este inmenso abanico es tan grande como el sector minero y más grande que el sector del carbón e incluso que el sector del café, con la ventaja que no está expuesto a las grandes variaciones del mercado. Esto último se demostró en la última recesión económica de 2009 cuando la economía naranja mantuvo sus niveles de crecimiento estables.

Visibilizar estas ventajas y aprovechar el inmenso potencial del bono demográfico que nos ofrece la juventud colombiana es una deuda que tienen hoy los tomadores de decisiones y quienes construyen políticas públicas con las nuevas generaciones.

En un país cuyo promedio de edad no supera los 30 años, no podemos dejar a un lado a los jóvenes. Debemos saber explotar el potencial naranja y visibilizar las nuevas oportunidades para lograr un mercado que considere el valor de los bienes y servicios naranja para dar vuelta a viejos modelos de desarrollo que hasta hoy solo han demostrado su ineficiencia para adaptarse a la realidad nacional.