¿A qué edad el hijo(a) puede decidir si vive con el padre o la madre?

En Colombia, el derecho de los hijos a determinar su residencia y custodia está regulado por la Ley 1257 de 2008. Esta ley establece que los menores tienen el derecho de mantener una relación afectiva y emocional con ambos padres, priorizando su bienestar en cualquier decisión relacionada con su custodia y residencia. 

En relación con la edad en que los hijos pueden decidir con quién vivir, la ley no especifica un límite preciso. Sin embargo, generalmente se considera que los niños y adolescentes adquieren mayor madurez y capacidad para tomar decisiones a medida que crecen. 

Según el ICBF, no existe una edad específica para que un niño pueda decidir con quién vivir, pero la ley 1098 de 2006, conocida como el Código de la Infancia y la Adolescencia, reconoce el derecho fundamental de los niños y adolescentes a ser escuchados y que su opinión sea tomada en cuenta. 

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Esto implica que la voluntad del niño debe evaluarse considerando todas las pruebas del caso para determinar si es genuina y libre de influencias externas, asegurando así su bienestar. Además, se debe tener en cuenta la madurez mental y psicológica del niño al momento de expresar su opinión. 

¿Cómo se solicita la custodia de un menor en Colombia? 

La custodia es de naturaleza temporal, ya que las condiciones que la motivaron pueden cambiar con el tiempo. Por lo tanto, la custodia otorgada por una autoridad competente se mantiene vigente hasta que estas condiciones, ya sean económicas, psicológicas o morales de los padres o del titular del derecho, se vean modificadas. En caso de cambios, la decisión puede ser modificada mediante una conciliación o un proceso judicial de custodia. 

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¿Cuáles son los motivos para fijar la custodia? 

Aunque la ley no especifica causales concretas, es responsabilidad de las autoridades pertinentes, tanto administrativas como judiciales, examinar minuciosamente cada caso a la luz de las leyes vigentes y priorizar el bienestar del menor involucrado. 

Las situaciones más comunes incluyen cuando los padres del niño no conviven y se debe determinar quién tendrá la custodia, así como cuando alguno de los padres o el cuidador que tiene la custodia no garantiza adecuadamente los derechos del menor. En caso de que los padres y otros familiares lleguen a un acuerdo sobre la custodia, pueden solicitar una evaluación de viabilidad por parte del Defensor de Familia o la autoridad competente en el Centro Zonal donde resida el niño.